Café musical

9 ene 2010

Comunicaciones

Fue un 3 de diciembre de 1958 cuando me contrataron en el gobierno federal, y ni siquiera buscaba yo un trabajo en la maldita dictablanda priísta. Quería ser un contador común y corriente, además, siempre simpatizé con el PAN. Me encontraron ellos al contrario, por medio de uno de mis maestros en la UNAM que si andaba bien metido en esos rollos. Andaban buscando a un excelente contador o abogado para ocupar la secretaría de la oficina de Bucarelli (gobernación), osea, ser la chacha del "vicepresidente" de la República. En fin amigos, llegaron al despacho dónde trabajaba mi maestro y sus chalanes del PRI, entre ellos el Tontín Echeverría.
-Leopoldo hijo, que bueno que te encuentras todavía aquí-
-¿Por qué profe?-
-Ya vas a poder vivir bien el resto de tus días, te he conseguido una entrevista con el presidente de la República para que ocupes un puesto en Gobernación-
-Se lo agradezco mucho profe, pero no me interesa-
-Muchacho, respeto tu decisión, pero de perdida hazle el intento-
Y así me estubo insistiendo hasta que por respeto (fuera de ser una rata inmunda en el gobierno, era un buen hombre y el mejor maestro que tuve en la universidad) acepté. Me guió a su lujoso Lincoln, comprado, claro, con el sudor de miles de mexicanos.

Llegamos a Palacio Nacional y ahí mismo me encontré con el Licenciado López Mateos, un buen hombre en ese momento (antes de convertirse en un brazo represor). Le mostré mi curriculum y le platiqué de algunos trabajos que había hecho hasta el momento en el despacho.
-Muchacho, quedas como anillo al dedo en el puesto, definitivamente estás contratado-
Oí esas palabras y pues ya ni modo, acepté mi nuevo destino...
-Los primeros meses serás evaluado para ver si dejas un poco al lado ese pasado panista que tienes-
Amigos, por enésima vez me quedé helado. Supongo que mi maestro le dijo que había participado secretamente en las juventudes panistas...
-Muy bien, cómo se pactó, serás el secretario del Licenciado Díaz Ordaz, ministro de Gobernación. El te guiará en todo lo necesario. Si tienes algún problema con él, no dudes en hablarme directamente a mí por medio del teléfono rojo que será instalado en tu oficina...
El famoso teléfono rojo, una de las comunicaciones más secretas en la mafia priísta. Todas las secretarías, ministerios etcétera, tenían dos rojos o más. Iban a Palacio o a Los Pinos.
-Si ocupas decirnos algo muy secreto a cualquier miembro del gabinete, está El Libro, con mayúsculas hijo. Aquí te lo hago entregar-
Si el teléfono rojo era de miedo, este bloque movió los hilos de los hechos polémicos de México durante 70 años y daba pavor. Eran los códigos para las cartas cifradas... Cuando algo demasiado espinoso estaba a la orden del día, entraban en acción las cartas cifradas. Aún tengo la teoría de que así se mandó asesinar a don Carlos Madrazo...

Parece que las cartas (más bien emails) cifradas han regresado, para poner en los Pinos a Enrique Peña Nieto. Pero hay un actor nuevo, Televisa. Supongo que el Tigre lo tenía guardado y ahora su retoño Emilito lo desempolvó. No es coincidencia que muchas cosas relativas a la televisión estén cerca de Peña Nieto. Y no es raro que Beltrones lo apoye y lo apapache tanto... Debe de haber algo turbio.