Café musical

22 nov 2010

JFK


El último presidente de los Estados Unidos... Todos los que le siguieron fueron marionetas, incluído Obama... Por eso lo asesinaron, porque nunca se dejó, Kennedy era alguien que quería paz, no guerra... Que casualidad que después de su asesinato Estados Unidos le entrara de lleno a Vietnam... 47 años después, se le sigue recordando señor presidente... 

20 nov 2010

La revolución mexicana (sí, con minúsculas)



Amigos pues que les puedo decir... no hay centenario que celebrar... La revolución fue un conflicto estúpido, solo hubo contradicciones tras contradicciones, poder contra poder... No se arregló nada, al contrario se echó a perder todo, pasamos de una dictadura a una dictadura perfecta disfrazada de institucionalidad. Muchos piensan que Zapata fue el super héroe cuando fue un convenenciero que quería deshacerse de los caciques porfiristas de su estado para quedarse con todo. Madero, bien intensionado, pero demasiado ingenuo. Los del norte (Obregón, Calles, Rodríguez y otros cuantos) unas verdaderas vívoras y traidores. Carranza, un anciano vendepatrias. El único héroe fue el legendario Francisco Villa, un hombre que de verdad peleó por los ideales originales de los cuales surgió este conflicto idiota, un hombre con huevos que no se andaba con chingaderas. Un hombre justo que si quería un México mejor, que no quería la política porque sabía de su poder para cambiar la personalidad de uno, la humildad. Se dice que cuando tomó Chihuahua y fue gobernador por un día, mandó hacer 50 escuelas, porque quería que la niñéz chihuahuense no fuera analfabeta como él. Cuando supo que sus "amiguitos" Carranza y otros andaban haciendo negocios con los malditos gringos para hundir a México, fue y les partió en su madre a Columbus, los gringuitos vinieron y nunca lo encontraron. Ese era Villa, mi general Villa, un hombre que merece una estatua y una calle en cada pueblo del país... QUE MUERA LA REVOLUCIÓN Y QUE VIVA VILLA... 

5 oct 2010

Algo que se me olvidaba

Hola amigos, como ya vieron, hace un montón le cambié de nombre a mi blog. ¿Por qué? Porque ya no estaba hablando de todo un poco, sino de todas mis anécdotas en el gobierno... Así que ahora ya es más nostálgico que de todo un poco. Sirve contar un poco todo esto porque desgraciadamente los mexicanos tenemos una memoria muy corta... El PRI nos gobernó durante 71 años, si bien hubo ligeros momentos de progreso, este tan llamado partido político nos ha llevó a una ruina no vista desde los primeros años del México Independiente y aún así hay personas que votan por ellos... Increíble... Bueno, espero que entiendan y se eduquen un poco acerca de esto. Afortunadamente el PAN ha gobernado bien 

2 oct 2010

2 de octubre de 1968



NO SE OLVIDA... NI SE OLVIDARÁ... 

30 sept 2010

Imevisión

Iniciaba el gobierno del parco licenciado de la Madrid y estaba revoloteando toda la estructura del gobierno, mi nuevo jefe en Gobernación era Manuel Bartlett Díaz, un personaje bastante oscuro desde ese entonces, venía recién desempacado del CEN del PRI. Miguelito de la Madrid se dio a la tarea de darle una nueva cara al gobierno después del desastre del nefasto José Soñador. Con la impresión oficial de sus nalgas en la silla del Águila, los llamados tecnócratas comenzaron a infiltrarse en el aparato gubernamental (conslidándose con el Orejón) y las peleas con los Dinosaurios dieron inicio. En una de esas se le ocurre crear un servicio de televisión a cargo del Estado, como pasaba en algunos lares de Sudamérica y en Europa del Este...

DE LA MADRID: Señores, necesitamos quitarle más carga a Televisa, por lo tanto se necesita una señal de televisión fuerte por parte del Estado, que propague nuestros ideales, que igualmente sea manipulable, incluso más que Televisa. Propongo la creación de un Instituto Mexicano de la Televisión, que sustituya a Televisión de la República Mexicana. 

FÉLIX VALDÉS (Secretario de CT): Hay amplias posibilidades de que se cumpla su petición licenciado. Televisión Rural Mexicana está en un hoyo muy profundo, se podrían usar sus señales. El canal 13 ha permanecido en nuestras manos desde el 72. El canal 22 cultural de Televisión de la República Mexicana daría un balance, ya que la información cultural es un poco más difícil de manipular. 

DE LA MADRID: Muchas gracias señor secretario, me llena de felicidad su respuesta. Mire, que me salieron otra idea, necesitamos impulsar la radio estatal, la Hora Nacional ya nadie la oye y por si fuera poco, nuestro cine está para vomitar de asco. Para la radio ocupamos un Instituto Mexicano de la Radio que tenga algunas estaciones a su cargo para promover la Hora Nacional y por supuesto, música de calidad y programas que valgan la pena, de nuevo, para dejarle un poco menos de carga a Televisa. Se necesita un Instituto Mexicano de Cinematografía, que con fondos estatales, se apolle a la creación de un verdadero cine nacional, como el de la época de oro.

YO: Muy buenas ideas señor, me parece que por fin alguien del PRI va en buen camino. (Bartlett me dio un codazo mala leche)

DE LA MADRID: Muchas gracias Leopoldo, me alegro que por fin esté de acuerdo con una de nuestras medidas. Bartlett, necesito verlo en mi oficina, Leopoldo se merece respeto, el trabaja aquí desde hace más tiempo que nosotros, su experiencia es muy bienvenida. 

Ja, me salí con la mía. A pesar de que con el paso de los años de la Madrid demostraría NO ir por el buen camino, ser torpe, corrupto como todos los demás y mamón en asuntos políticos, en cuestiones personales era una buena persona, eso lo denotó con sus palabras cordiales hacia uno y la tunda que le puso a Bartlett por el codazo. En fin, en 1983 quedaron establecidos el IMT, el IMR y el famoso IMCINE. Obviamente enfocaré mi anécdota en el IMT. 

Los dos canales estaban listos para arrancar ya reestructurados, sobre todo el canal 13. Ambos canales mantuvieron a su equipo de trabajo casi intacto en su totalidad. Arrancaron bien las transmisiones. El canal 13 solo decía 13. Para cuestiones de marketing, en 1985, el gobierno rebautiza al IMT como IMEVISIÓN y se abre la señal del canal 7, que por cuestiones técnicas, obligaba a Televisa a mover su canal 8 y convertirlo en Galavisión (canal 9). Curiosamente, el tiro que lanzó Mikey de la Madrid le salió por la puritita culata. Imevisión se convirtió en un rival digno de Televisa y en vez de aligerarle la carga a esta última se la aumentó. A pesar de seguir órdenes del gobierno, los noticieros y programas originales de los canales 7 y 13 eran bastante buenos y los conductores gozaban de cierta libertad de expresión, que poco a poco fueron adquieriendo preferencia del espectador. Programas como el Güiri Güiri, Los Protagonistas, Carabana y el Show de Chepina Peralta dieron al pueblo mexicano por primera vez una opción distinta y creativa a Televisa. Noticieros conducidos por Carmen Aristegui, Javier Solórzano, Joaquín López-Dóriga (en su etapa buena), José Cárdenas, Pedro Ferriz de Con entre otras personalidades, brindaron una mayor visión de lo sucedido en el país que 24 Horas y Hoy Mismo. Lo ocurrido en 1986 con el fraude, hizo que 24 Horas se resbalara con una cáscara de plátano, incluso Imevisión le recriminó su falla a Zabludovsky, lo que sorprendió a todo el gobierno, de la Madrid incluído.

En cuestiones culturales, el canal 22 le daba una competencia nunca antes vista al canal 11 del IPN y en relación a los niños, Imevisión contaba con una gama de caricaturas y programas educativos que le daban dolores de cabeza al canal 5. Imevisión siguió con su paso triunfante hasta que el gobierno de Salinitas ya no podía costearlo. Para 1991 los canales 7 y 22 transmitían lo mismo que el 13, debido a falta de dinero (como ya mencioné) y bastantes fallas de señal. En 1992 Imevisión deja de existir y es puesta a la venta. Un grupo de intelectuales se acerca al gobierno para pedirle que el 22 no sea vendido junto con el resto del paquete. Salinitas accede, el 22 se queda a cargo de la CONACULTA. Los otros dos canales son vendidos en 1993 a Ricardo Salinas Pliego, dándole surgimiento a TV Azteca... 

Canción de la anécdota
Toda la vida - Emmanuel

24 Horas

5 de septiembre de 1970, lo recuerdo muy bien. Ya les había contado como había conocido al Licenciado Jacobo Zabludovsky, el megáfono del PRI (como le pusieron de apodo en el diario argentino Clarín), el vocero oficial de la Presidencia de la República. Pues en ese día, su noticiero, el noticiero que más manipuló a la opinión pública arrancaba con todo... 24 Horas, con Jacobo Zabludovsky, con las noticias que usted leerá por la mañana... Se decía esa frase haciendo un enfoque al logo de Telesistema Mexicano y después el empezaba a decir su cantaleta con sus audífonos bien puestos. Esos audífonos legendarios. Cabe remarcar que Jacobito ya había estado a cargo de dos noticieros de Telesistema Mexicano antes de 24 Horas, siendo el que le dió fama, un matutino patrocinado por Nescafé. Al principio, 24 Horas parecía un noticiero ejemplar, fuera de lo común, informando lo necesario (eso sí, dando un gran énfasis a los priistas, pero borrando del mapa a las acciones de la oposición o de gente no alineada al régimen), incluso hasta incluían invitados especiales, como el Loco Valdéz, Chabelo, entre otros (aún así, la información era ocultada de manera muy sutil). En tan solo 10 años, 24 Horas se convirtió en un monstruo noticioso en México, inclusive en los estados del norte del país, dónde la gente prefería ver los noticieros gringos. No tenía competencia, debido a que el canal 13 no tenía noticieros, el 11 era cultural y el 8 ya se lo había chupado Telesistema Mexicano, que en 1973 se refundó y pasó a llamarse Televisa. Su tema de entrada era conocido en todo México y también su secretaria Lupita, que estuvo a su lado todo el ciclo de 24 Horas. No había nadie con tanto poder de mover masas que Jacobito, en ese rango solo estaba debajo del presidente. Su gloria continuó hasta 1986. Ahí empezó el acabose, la gente se dio cuenta que había sido engañada durante 16 años.

Obviamente, Jacobo era el perro fiel de Azcárraga Milmo (dueño de Televisa) y aceptó ocultar toda la información habida y por haber para cambiarla por otra que se supone debería ser creída... Pero no, en las elecciones para gobernador de Chihuahua del 86 se dio uno de los más grandes fraudes electorales de la historia no sólo de México, sino de América Latina. Pancho Barrio, del PAN hizo literalmente mierda a Baeza del PRI. Pero oh sorpresa, ganó Baeza. La gente casi hacía una revolución en el estado debido a tan fragante fraude, motines por todos lados. ¿Qué reportó Zabludovsky? Baeza había ganado limpiamente, además de que Chihuahua y Ciudad Juárez se encontraban en una calma celestial. Sí, como no. Estaba viendo esos reportes en la tele de mi casa y me era prácticamente creerle al Bobo Jacobo, mis amigos de Ciudad Juárez me dijeron todo por teléfono, además de que los noticieros gringos y hasta europeos estaban mostrando el relajo que había en Ciudad Júarez. La reacción en presidencia fue legendaria. Al día siguiente de la elección el presidente de la Madrid me invitó a comer a Los Pinos, era en la época que anduve fuera del gobierno, estaba furioso:


-¿PERO QUE DEMONIOS LE PASA A ZABLUDOVSKY?- 
-No sé licenciado, se deschabetó-
-¿CUÁL SE DESCHABETÓ? ENTENDIÓ MAL MIS ÓRDENES, POR EL AMOR DE DIOS, ESTABAN REPORTANDO UN HECHO DE UN ESTADO FRONTERIZO QUE ES CUBIERTO FÁCILMENTE POR LAS AGENCIAS GRINGAS-
-Señor, ya deje ganar a Pancho Barrio-
-DE LA GARZA, YA SABÍA QUE ME IBAS A DECIR ESO, TU CORAZÓN PANISTA SIGUE VIVO, DEJAR GANAR A BARRIO SERÍA EL ACABOSE PARA MÍ, SERÍA EL HAZME REÍR EN EL PRI, PERDERÍAMOS LA PRESIDENCIA EN EL 88-
-Mire señor, de que la van a perder la van a perder, ustedes van a venir organizando un nuevo fraude, esta vez federal-
-HM, AHORA HASTA PROFETA SALE, DE LA GARZA. ZABLUDOVSKY LA CAGÓ Y FEO, EL ES EL ÚNICO RESPONSABLE, YO SOY INFALIBLE, LE DI UNA ÓRDEN Y NO LA CUMPLIÓ. HASTA IMEVISIÓN ES MÁS CREÍBLE Y ESO QUE LA INVENTÉ COMO UNA PAYASADA PARA CONSOLIDAR MÁS A TELEVISA, POR FAVOR-
-Señor, la neta ya cálmese-
-NADA DE CALMARSE, PÁSAME EL TELÉFONO, TENGO QUE HABLAR CON EL TIGRE-




Tras horrible fiasco informativo, los noticieros de la recién creada red gubernamental Imevisión comienzan a ganar terreno en el rating (incluso, sorprendiendo a todos, Imevisión le reprochó a Jacobito sus acciones) y su gran padrino Azcárraga Milmo decide llevárselo a los Estados Unidos junto con él para emprender un ambicioso proyecto de noticiero internacional en español, por medio de la Spanish International Network, fundada por don Emilio Azcárraga Vidaurreta en 1961 y por lo tanto, filial estadounidense de Telesistema Mexicano. 

Jacobo muy horondo llega a las instalaciones de la SIN en Miami en un Rolls Royce, el jefe del departamento de noticias ve todo esto furioso, además de que la mala fama que adquirió con las elecciones de Chihuahua hacen que se le rechaze como nuevo jefe de noticias de la SIN. Inmediatamente, Zabludovsky es retachado a México y el SIN se transformó en Univisión. Con ese cambio, Univisión por fin se sacudió el dominio de Televisa, dejando al monopolio mexicano como accionista minoritario debido a que la ley gringa no permite que una señal de televisión sea manejada por extranjeros. Azcárraga Milmo (el famoso Tigre) estaba que no lo calentaba ni el sol con la rebelión de SIN. Como fiel protector de Jacobo, lo regresa a 24 Horas en 1987, se reestructura el plan de un canal de noticias internacional y finalmente se funda ECO, que inicia transmisiones el 1o de septiembre de 1988, bajo el mando de (adivinaron) Zabludovsky. A pesar de ser el jefe de ECO, la anterior tenía una imparcialidad mucho mayor a la del barco estrella 24 Horas. 

Antes del establecimiento de ECO, 24 Horas y Jacobito recibieron otros dos golpes letales a su credibilidad. En plena campaña del Orejón Salinas, al Tigre se le ocurre decir que Televisa es un fiel soldado del PRI. La furia de la población no se hizo esperar. Para terminarla de chingar, el día del megafraude (2 de julio del 88) Jacobo menciona las mismas palabras que el pendejo de Bartlett, se cayó el sistema y ahora los resultados electorales son de esta forma. Obviamente Salinas apareció a la cabeza de la elección cuando todo mundo sabía que Maquío o Cárdenas eran los verdaderos triunfadores. Ese fue el golpe de muerte a 24 Horas. Mientras ECO subía, 24 Horas caía como el peso en 1982. Televisa empezaba los años 90 en una inmensa crisis de credibilidad y económica. Por si fuera poco, Imevisión es privatizada en 1993 para dar paso a TV Azteca, que comenzó a tumbarle pedazos enormes de raiting, noticieros incluídos. 

24 Horas seguía en su caída estrepitosa, en 1994 (uno de los años más turbulentos que viví dentro del aparato gubernamental) Zabludovsky sufrió en serio. Dijo que en la sublevación del EZLN había armas de madera con las que se maniataron a la misma población, cuando obviamente fueron armas de verdad. Cuando mataron al buen Luis Donaldo Colosio minimizó los hechos...


Palacio Nacional, 23 de marzo, segundos después del asesinato 


SALINAS: Hola ¿Dirección de Noticias de Televisa? ¿JACOBO? Habla tu papi Salinitas, mira wey, quiero que le des una cobertura media al asesinato de Luis Donaldo pero aún así súbelo a un pedestal, hazlo mártir, santo, héroe, lo que se te ocurra, saca lágrimas de cocodrilo, haz todo lo posible para que no se vea como asesinato de estado... Si, ya sabia que lo sabías de que lo mandé matar y que te vas a sentir un poco culpable por suavizar el hecho porque hace poco lo entrevistaste con toda su familia presente, pero que más da, yo soy TÚ JEFE y me obedeces cabrón ¿Capisce? Perfecto, gracias mano. 


YO: Pinche mamón (en voz baja, viendo con odio a la sátrapa esta que truncó la democracia por matar al buen Luis)


SALINAS: ¿QUÉ DIJISTE DE LA GARZA?


YO: Que ya no hay jamón


SALINAS: Ah, pos ni modo, dile a la cocinera que le ponga atún a las galletas botaneras de la magna fiesta del asesinato de Colosio, ah, que lindo es ser presidente




... al igual con el asesinato de Ruiz-Massieu. Un diario del cual Zabludovsky era el presidente publica que el subcomandante Marcos es una autoridad jesuita, es inmediatamente demandado por difamación por la Compañía de Jesus y la que pagó los platos rotos fue la editora. Cuando llega el error de diciembre, ni se diga que adulzó todo. El fin de 24 Horas tenía que llegar en 1995, pero siguió, siguió y siguió. En 1997 falleció el Tigre y su hijito Emilio III quedó al mando junto con Guillermo Cañedo II. Emilio III, que se curtió en este negocio después de unos cuantos años en el canal 12 de Tijuana (repetidora de Televisa) decide reestructurar la empresa radicalmente. Reduce la deuda económica en la que la dejó el Tigre, poco a poco cambia los contenidos de los canales a cargo de Televisa. El 19 de enero de 1998, el reino oscuro de la información por parte de 24 Horas y Jacobito llegan finalmente a su fin, después de casi 28 años de mentiras. Al día siguiente, también es retirado de la dirección de noticias. Esa división de Televisa se reinventa, pasando a Noticieros Televisa, con una nueva imagen, nuevo set y nuevo conductor, Guillermo Ortega. 24 Horas dejó una huella para mal en la historia de la televisión nacional y en la de sus múltiples aprendices (que fungían de corresponsales y algunos de ellos todavía lo hacen), entre ellos Joaquín López-Dóriga, José Cárdenas, Ricardo Rocha, entre otros.... 

Canciónes de la anécdota
Have you heard the news? - Talk Talk
Que no te haga bobo Jacobo - Molotov


Pieza de la anécdota
Catherine of Aragon - Rick Wakeman

16 sept 2010

Bicentenario






Amigos, estuve en Palacio Nacional, ayer y hoy, para los festejos del Bicentenario, el gobierno tiró la casa por la ventana y el ejército estuvo excelso. Sé que no hay nada que celebrar debido a las circunstancias en las que está sumido el país. Pero un viejo como yo ha vivido muchas cosas y me atrevo a decir que hubo épocas en las que estuvo peor. Aún así, se debe de recordar a aquellos seres humanos (que creo que son los únicos que se unieron de verdad por este su país) que nos dieron en un principio voz y voto y finalmente Independencia (sí, Iturbide incluído). 

¡VIVA MÉXICO! ¡VIVA EL BICENTENARIO!

15 sept 2010

Serie Bicentenario: La adhesión de Agustín de Iturbide y la Consumación de la Independencia (1820-1821)

La reaparición de la Constitución de Cádiz amigos, como dije en el post anterior, causó un poco de malestar en Nueva España, además de que los habitantes novohispanos ya estaban hasta la puta madre de que los mangonearan; si no era Fernanputo VII, ahora ya eran los de la Junta Suprema de Cádiz, los mismísimos liberales. Por lo tanto un grupo de abogados, clérigos, militares y ricos novohispanos crearon la Conspiración de la Profesa. Consistía en lograr la Independencia a como diera lugar y evitar a toda costa que la Constitución de Cádiz se aplicara. Entre los miembros de ese grupo estaban el general Agustín de Iturbide (ese extraño personaje del que ya se había hablado) y su amante (decían las malas lenguas), la famosísima Güera Rodríguez, alías la Pruebacamas (namás andaba de cama en cama, ya saben para que). Con todo y esa mala fama, a la Güera Rodríguez se le puede declarar como semi heroína de la Independencia, ya que aportó dinero y refugio a las filas insurgentes y estaba a favor de la Independencia. Las malas lenguas también decían que la esposa de Iturbide no le daba cama, así que se fijó en la escultural Güera Rodríguez. 

En fin, la Profesa ya había dado sus órdenes y le encomendó a Iturbide unir a los Insurgentes desparramados en el sur del país, además de que movieron influencias para lograr el anterior cometido. Con esos hilos colocados el virrey Apodaca nombró a Iturbide Comandate del Sur, para negociar con Guerrero, hacerlo capitular y dejar todo como estaba. Curiosamente, Iturbide decidió combatir a los Insurgentes, pero después de una emboscada y dos patadas monumentales en el trasero, decidió pactar con Guerrero y sus fuerzas, además de que Iturbide deseaba la Independencia ya, fuera de las órdenes de la conspiración, de puro corazón lo deseaba el hombre. El 10 de enero de 1821 le envió una carta a Guerrero, donde le ofrecía el indulto, le mencionaba que diputados novohispanos salieron rumbo a España a negociar etcétera, además de algunas otras cosas. Guerrero recibió la carta y tomó todo lo dicho por Iturbide con cautela. El 20 de enero contestó. Rechazó por enérsima vez el indulto, le explicó todo el proceso de Independencia, fue negativo con lo de los diputados y mencionó que si a Iturbide de verdad le interesaba la patria, militaría bajo sus órdenes. 

El 4 de febrero, Iturbide escribió una segunda carta a Guerrero dónde le proponía reunirse cerca de Chilpancingo. Guerrero aceptó. El 10 de febrero, se ven los dos en Acatempan y se funden en un célebre abrazo. A partir de ahí, Guerrero y su ejército de 3500 hombres pasan a las filas de Iturbide. El mismo Iturbide envía una carta al virrey. El conde del Venadito Apodaca dice en su mente misión cumplida, ni se imagina lo que viene... Iturbide comienza su campaña predicadora, enviando cartas a todos los regimientos de soldados realistas. Como la mayoría estaba a favor de la Independencia (por ser criollos) no tardaron en aceptar. Muchos de esos oficiales realistas llegarían a ser personajes notables (algunos presidentes) de la historia de México, como Anastasio Bustamante, el nefasto Antonio López de Santa Ana, Valentín Canalizo, Pedro Celestino Negrete, José Joaquín de Herrera, entre otros. El 24 de febrero de 1821, se termina de redactar el Plan de Iguala, fundamentado en tres principios: UNIÓN, INDEPENDENCIA Y RELIGIÓN, las famosas TRES GARANTÍAS. Ese Plan sintetizaba todas las ideas surgidas en casi 11 años de lucha, entre ellas ideas de Hidalgo, Morelos y Mina. El mismo día, una bandera que mandó hacer Iturbide para su ejército quedaba terminada, sus colores eran el verde, blanco y rojo, en franjas diagonales, con tres estrellas y enmedio, una corona con las tres garantías escritas alrededor de ella. 

La ira del virrey Apodaca no se hizo esperar. Indultaba a todos los que firmaron el plan y a Iturbide no lo bajó de demonio traidor, incluso le quitaba todo fuero y casi casi lo hacía persona non grata. El grupo de la Profesa también se enojó, ya que el Plan proponía una monarquía constitucional y el grupo sugería una monarquía a secas (quizás absolutista). Además, Apodaca conformó un ejército de 5000 hombres para ir tras de Iturbide, comandada por Pascual Liñán. Armijo fue llamado para ser el nuevo Comandante del Sur. El 16 de marzo comenzó oficialmente la campaña del Ejército Trigarante, que gracias a todas las adhesiones que tuvo (los únicos regimientos que permanecieron leales al virrey fueron los de Veracruz y obviamente el de la Ciudad de México) fue arrollador, con muy pocas derrotas. En el inter de esa gloriosa campaña, el gran Guadalupe Victoria salió de su escondite en Veracruz después de casi 3 años, cuando supo de la proclamación del Plan de Iguala, no se creía que Iturbide cambiara de bando, además de que sus antiguos soldados le contaron todo lo que había pasado, incluso lo habían tomado por muerto. El 20 de abril, realizó una proclama en Santa Fe, Veracruz. En esos días llegó Santa Ana a entrevistarse con él y le nombró capitán general de la zona, pero Victoria decidió hablar personalmente con Iturbide, lo encontró en San Juan del Río. Victoria le propuso formar una república y que al mando de ella estuviera un insurgente que no haya aceptado el indulto virreinal. Iturbide lo mandó a volar, ya que con esas palabras, observó a Victoria como un enemigo que le iba a dar al traste con sus planes (Iturbide ya estaba enamorado de una monarquía). 

También en el inter de la campaña, el virrey Apodaca fue derrocado por un golpe militar. Muchos generales aún leales a la Corona española sentían que el virrey era bastante inepto para parar a Iturbide. Irrumpieron en su oficina y lo pusieron de patitas en la calle. Al principio nombraron a Pascual Liñán virrey provicional, pero entre pleitos y otras cosas, a los pocos días tumbaron del trono virreinal a Liñán y en su lugar colocaron a Francisco Novella para que lo calentara mientras llegaba el nuevo virrey oficial. Y finalmente llegó el 3 de agosto del año en curso. Iturbide se enteró gracias a que ya había tomado Puebla. El elegido para gobernar la Nueva España (o más bien, entregarla a los Insurgentes, jeje) era Juan O'Donojú. De ascendencia irlandesa, el hombre era bueno, liberal y moderado. Simpatizaba de cierta gana con el movimiento, porque pensaba que la Nueva España ya era caso perdido para la corona. Viendo que Veracruz y México era lo único que le quedaba a la autoridad virreinal, no tuvo de otra más que ir a dónde Itrubide y sellar la paz. O'Donojú llegó a la ciudad de Córdoba, Veracruz, dónde se hayaba en campaña el EJÉRCITO TRIGARANTE. Ahí se entrevistó con Iturbide y se comenzó la redacción de los Tratados de Córdoba. Finalmente, el 24 de agosto fueron firmados. Entre las ideas principales que se estipulaban era el reconociento de la soberanía e independencia del IMPERIO MEXICANO, que tendría una forma de gobierno compuesto por una monarquía constitucional moderada. Se invitaría a Fernando VII o algún otro noble a gobernarlo, en caso de no aceptar las Cortes del Imperio nombrarían al regente. Mientras tanto gobernaría una Junta Provisional Gubernativa, para asegurar la transcisión entre el Virrey y el Emperador. Satisfecho, O'Donojú se dirigió a la Ciudad de México para de perdida sentir el trono virreinal antes de que se convirtiera en un trono imperial, libre de mangoneadas mandadas por España. Antes de llegar, Novella recibió de parte de enviados de O'Donojú una copia de los Tratados de Córdoba. Vomitó sapos, cagó fuego y orinó piedras, todo resultado de su furia. Argumentaba que O'Donojú no tenía autoridad para firmar los tratados, por lo que eran nulos. Además, organizó una comisión de guerra y mandó a dos sallos para que vieran a O'Donojú. Los sallos le dijeron a O'Donojú, (que ya se encontraba junto a Iturbide en Azcapotzalco) que reconociera a Novella como virrey. Se negó, protestando además la forma en que había sido destituído Apodaca. Eso no funcionó, ok, los sallos le propusieron que de perdida reconociera a Novella como capitán general. O'Donojú se volvió a negar, pero solamente lo aceptaría si se restituía en su puesto a Apodaca. Finalmente, el 13 de septiembre, O'Donojú y Novella se vieron en Tacubaya. Novella finalmente aceptó que O'Donojú era el nuevo virrey y lo anunció públicamente el 15 de septiembre. Por esos días, las intendencias de Yucatán, Chiapas y lo que ahora son las repúblicas centroamericanas (que solo dependían judicialmente de la Nueva España), declararon su Independencia de España, pero se adhirieron al plan de Iguala y por lo tanto, al Imperio Mexicano. Juan O'Donojú por fin pudo sentarse en el trono virreinal el 26 de septiembre, el gusto solo le duró un día. El 27 de septiembre de 1821, bajo un arco triunfal, flores, y una algarabía increíble, el Ejército Trigarante entró en la Ciudad de México sin oposición. Lo gacho del desfile es que después de la plática con Victoria, no se le ofreció a éste último un lugar, para hacerlo peor, el ejército de Guerrero entró al último. En fin, pasó lo que pasó. Se consumó la Independencia. Al día siguiente, 28 de septiembre, el congreso redactó el Acta de Independencia del Imperio Mexicano... La Nueva España por fin era libre... Ahora se llamaría México... 

Nota: El último bastión español que quedó fue el fuerte de San Juan de Ulúa, en Veracruz. Los españoles adentro del fuerte fueron expulsados hasta 1825. España reconocería la Independencia de la Nueva España hasta 1836.

Pieza del post
Sinfonía número 9 en re menor (Cuarto movimiento) - Ludwig van Beethoven

14 sept 2010

Serie Bicentenario: La campaña de Vicente Guerrero (1817-1820)

Después de la muerte de Mina, el movimiento se había quedado sin líder, además de que el epicentro de las acciones se trasladaron al sur. Ahí, Vicente Guerrero seguía firme junto con su pequeño pero aguerrido ejército, escondido entre las selvas guerrerenses. Guerrero se había unido al movimiento desde 1811, pero su participación cobró notoriedad hasta este punto, cuando se hizo el líder visible del ejército libertador. En 1816, a pesar de que hasta su propio padre fue contactado para que él le ofreciera el indulto, Guerrero lo rechazó con la frase que pasaría a la historia: "LA PATRIA ES PRIMERO". Y siguió luchando en favor de un patria libre. En 1817, el virrey Apodaca envía a Gabriel de Armijo (el némesis de Guerrero) para vencer y capturar a Guerrero. De hecho, De Armijo le ofreció también el indulto a Guerrero y lo volvió a rechazar. Armijo tomó medidas drásticas. A mediados de 1817, Guerrero se pone en contacto con la Junta de Jaujilla y Guadalupe Victoria. Victoria unifica su mando con el de Guerrero, se pone a sus órdenes, además de que la Junta reconoce a Guerrero como Jefe del movimiento. Después, Guerrero se refugia en Tierra Caliente, esperando el momento.

A finales de 1817, Armijo y sus hombres, sitian Jaujilla y después de tres meses, los integrantes de la Junta se rindieron, ya era marzo de 1818. Después de pasar un poco tiempo en prisión, algunos integrantes se reunificaron en Huétamo. Ahí armaron un pequeño ejército y de nuevo fueron derrotados. A mediados del año, entre pleitos pleitos y más pleitos, llegaron a otro acuerdo y establecieron la Junta de la Hacienda de Balsas. Inmediatamente ratificaron el mando de Vicente Guerrero. Ya recibida la notificación de lo anterior, Guerrero sale a combatir. Primero recluta más gente para su ejército y construye un fuerte en el Cerro de Santiago, llamado Fuerte de Barrabá. Debido a una traición, es atacado por sorpresa por Armijo en un campamento. Armijo, no contento con esto sigue tras la pista de Guerrero y lo alcanza en Zacatula. Ahí Guerrero, junto con Pablo Galeana e Isidoro Montes de Oca, logran detener el embate de Armijo, sin victoria clara para ningún bando. En su retirada, Armijo destruye todo lo que está a su alcance para según él, minar a los Insurgentes. Entre lo destruído se encontraba pólvora, sembradíos de verduras y tabaco, cañones, entre otras cosas. De nada sirvió que hiciera eso. 

Después, ambos ejércitos llegan hasta Michoacán y el 15 de septiembre se enfrascan en la Batalla del Tamo, donde Guerrero, con 200 refuerzos de Valladolid, aplasta a los realistas y le propina una derrota dolorosa a Armijo. Ahí, el ejército de Guerrero crece de 800, a 1800 efectivos, además de que captura bastantes armas.  Guerrero y sus hombres logran darle otro golpe a Armijo en la Batalla del Cerro del Barrabás. Ahí, aplastan de nuevo a los realistas y les quitan otras 400 armas de fuego. El resto de 1818 transcurrió tranquilo mientras Guerrero y el leal Pedro Ascencio se fortificaban. Nacía el año de 1819, que parecía ser de terror para los Insurgentes. Los indultos se dieron como si se estuvieran regalando dulces, y como eran dulces, los niños insurgentes miedosos no tardaron en ir por ellos y comérselos. Se resalta que muchos indultos se lograron después de capturas en batalla, pero también no la chingaron los batos. Regresando con don Chente, llevó su épica pelea con Armijo hasta el pueblo de Chilapa. En esos momentos, la Junta de Balsas fue sorprendida y disuelta. Sin ningún gobierno, Guerrero y Ascencio se fortificaron de nuevo para seguir la lucha. En el inter, el Fuerte de Barrabás fue capturado casi sin oposición y se forzó a Guerrero a ir hasta Michoacán, dónde fue derrotado el 5 de noviembre en la Batalla de Agua Zarca. Guerrero entonces se retiró a la Sierra Sur a plantear bien su nueva ofensiva.

Mientras la anterior campaña de Vicente Guerrero se desarrollaba, en España se sintieron vientos de tensión. 
En 1819, la mayoría de la población ya estaba empapada de las ideas ilustradas y clamaban el regreso de la Constitución de Cádiz, debido a que estaban hasta la puta madre del absolutismo de Fernanputo VII (que si era bastante puto). Incluso, el ejército estaba hasta la coronilla (incluso apoyaba las guerras de Independencia de Latinoamérica) por lo que decidió tomar cartas en el asunto. Muchos comerciantes, ejército, nobles, miembros de la Iglesia, hasta vagabundos estaban conspirando contra Fercho. Pero la conspiración que si tuvo efecto fue la que apoyó el ejército, sobre todo el regimiento que estaba acuertaldo en Cádiz. El 1 de enero de 1820 el coronel Rafael del Riego, al mando del segundo regimiento de Asturias se levantó en armas pidiendo el restablecimiento constitucional. En realidad, el compa Rafael no solo quería acabar con el absolutismo, sino evitar ser mandado a la Nueva España en papel de bombero de la Corona, porque consideraba que la guerra contra los Insurgentes estaba perdida (y sí que lo estaba). Su movimiento rápidamente se expandió por todo el reino español y cimbró Madrid, porque Fernanputo mandó a sofocar la insurrección al general Ballesteros, quien ya estaba del otro lado apoyando a Riego. Al pobre pendejo de Fernando no le quedó de otra, jurar la constitución más de a huevo que de ganas. La noticia llegó a América el 24 de julio de 1820 y lo mismo que pasó en 1812 se repitió: Se acabó la Inquisición, le dijeron venga para acá a los terrenos de la Iglesia y además cortaron su poder, etcétera. El virrey apoyó las reformas y la gente ni se inmutó. Lo que querían era precisamente librarse de esa Constitución, ser independientes y formar una constitución propia que de verdad los defendiera... Eso no iba a tardar mucho... 

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Sinfonía número 9 en re menor (2o movimiento) - Ludwig van Beethoven

11 sept 2010

Serie Bicentenario: Martín Xavier Mina al rescate (1816-1817)

El movimiento de Independencia, a pesar de ahora sí estar herido gravemente de muerte, se resistía a morir. Fray Servando Teresa de Mier y Simón Bolívar (el gran caudillo de Sudamérica) se encontraban en aquellos finales de 1815 en Inglaterra, buscando apoyo para sus respectivos moviemientos. Gracias al cielo, españoles refugiados por el regreso de Fernando VII llegaron a Inglaterra y fundaron grupos secretos para apoyar a los movimientos de Independencia de América. Entre ese grupo de españoles se encontraba Martín Xavier Mina, un jóven con muchos bríos que peleó contra los franceses. En 1810 mientras peleaba con la guerrilla fue apresado por fuerzas francesas y llevado al país galo. Cuando salió de prisión regresó a su España, solo para encontrarse de que aquel imbécil por el que habían peleado (Fernando VII) era un vil absolutista. Escapó de España y debido a sus valerosas acciones contra Francia, Inglaterra le dio asilo político. En reuniones del grupo, Martín conoció a Fray Servando y le convenció de venir a la Nueva España a liberarla. Los únicos mexicanos que apoyaron económicamente a Martín fueron los hermanos Fagoaga, además de unos cuantos militares españoles, franceses, italianos e ingleses. 

En los últimos días de abril, se dio a conocer en Londres la noticia del fusilamiento de Morelos, que desanimó un poco a la expedición, pero aún así, partió hacia Nueva España el 5 de mayo de 1816. Antes de llegar al territorio novohispano, Mina dio órdenes de parar en los puertos de Norfolk y Filadelfía, USA, para reabastecerse. Mientras, en septiembre de 1816 llegaba el nuevo virrey de la Nueva España, Juan Ruíz de Apodaca. El comeinsurgentes Calleja se iba finalmente de regreso a España. Ruíz de Apodaca era un hombre  piadoso y comprendedor de las situaciones, tanto que su política de indultos masivos dio resultado. De toda la insurgencia, solo Pedro Moreno, Nicolás Bravo, Vicente Guerrero y Guadalupe Victoria no lo aceptaron, incluso, el mismo Victoria atacó el convoy que llevaba a Ruíz de Apodaca rumbo a la Ciudad de México, por poco y lo captura. Aún así, el virrey Apodaca llevó en general un muy buen gobierno, rescató la economía y la minería, respetó a los presos políticos y evitó su fusilamiento en caliente. A la gente le agradó mucho el caracter y trabajo de Apodaca, tanto que por un momento se olvidaron de la Independencia. 

Mina por fin llegaría a México atracando en Soto La Marina el 15 de abril de 1817, después de buscar un puerto ideal donde llegar ya que casi todos los puertos de la Nueva España estaban en manos virreinales. Inmediatamente Mina se apuntó importantes victorias en el Valle del Maíz, Peotillo y San Felipe. Finalmente, encontró a Pedro Moreno en el Fuerte del Sombrero, en junio. Poco antes, el virrey Apodaca ya había enviado a Pascual Liñán y su ejército para sitiar el Fuerte y el 1o de agosto lo logró. Dos días antes, Mina logró pasar desapercibido por las líneas españolas y con unos cuantos hombres partió hacia el Fuerte de los Remedios, para ayudar al padre Torres, que moriría en ese sitio. Después anduvo por todo el territorio novohispano participando en unas cuantas batallas hasta que harto de la indisciplina de su ejército se dirige donde se esconde la Junta de Gobierno, que le encarga recuperar Guanajuato. Se enteró que las tropas de Moreno habían logrado sobrevivir y se encontraban en el Rancho El Venadito, ahí prepararon el ataque a Guanajuato. Nunca lo pudieron ejecutar, el 27 de octubre, el coronel Orrantia los encuentra y ataca. En la mini batalla Pedro Moreno es asesinado y Mina hecho prisionero. Días después es llevado al campamento de Pascual Liñán y es fusilado el 11 de noviembre en el Cerro del Borrego, cerca de Pénjamo. En premio (más bien, como burla), Fernando VII le dio al virrey Apodaca el título de Conde del Venadito. Si bien la campaña de Mina fue bastante corta, fue muy importante porque sacó a muchos insurgentes del indulto para regresar al campo de batalla. 

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Sinfonía número 7 en La mayor (2o movimiento) - Ludwig van Beethoven

Serie Bicentenario: La campaña de José María Morelos y el verdadero nacimiento de la Independencia(1811-1815)

Como habíamos contado amigos, Morelos se reunió con Hidalgo en octubre de 1810 e Hidalgo le encomendó la tarea de hacer un ejército en el sur y tomar Acapulco. Morelos lo hizo de inmediato. Juntó un buen ejército, los entrenó, los organizó y le dió pocos líderes para un mejor control. Los jefes eran él mismo, Miguel Bravo y Hermenegildo Galeana. Al contrario de Hidalgo, Morelos si tenía amplio conocimiento militar, por lo que su ejército muy bien organizado no tuvo problema para arrasar con medio estado de Guerrero y parte de Morelos, dónde tomo Taxco, Izúcar, Tanango y Tenancingo. Pasando de pueblo en pueblo, se le unieron otros curas con dotes militares, entre ellos Mariano Matamoros. En menos de seis meses, arrasó con toda la costa del Pacífico y la limpió de elementos del ejército virreinal. Parte de ese éxito se debió a que el ejército virreinal no conocía ni la geografía ni el clima de la zona y no se acostumbraron a eso. Morelos quería evitar a toda costa los excesos cometidos en las épocas de Hidalgo, por lo que reguló los precios y las rentas en las ciudades tomadas. 

Las buenas intenciones de Rayón tuvieron una consecuencia dura. Mientras Don Chema estaba terminando de limpiar los límites de la sierra que dividía el valle de México con la Tierra Caliente, el comeinsurgentes atacó Zitácuaro el 2 de enero de 1812 para acabar con la Junta. Los miembros de la junta huyeron despavoridos por todo Michoacán, hasta que se reunieron en una sola ciudad. Calleja tenía hambre y se enfocó a perseguir a Morelos para tenerlo en su mesa bien fresco los días siguientes. El 19 de febrero lo alcanzó en Cuautla, la batalla dió inicio con un reforzado ejército virreinal. Ellos estuvieron a punto de tomar la ciudad, pero un niño llamado Narciso Mendoza, que se encontraba jugando por la zona, accionó uno de los cañones, asustando al ejército virreinal. Ahí empezó el sitio. Al principio había comida en abundancia y había batallas menores todos los días. Esto hizo que se acumularan los cadáveres por Cuautla. El ejército virreinal atacó de nuevo la ciudad pero se dieron en pared, la ciudad había sido fortificada. Esto fue como en marzo. En abril, Mariano Matamoros pudo romper el cerco para ir a Toluca, donde Ignacio López Rayón lo esperaba con víveres y otras proviciones. Casi llegando a Cuautla fue atacado, logró ganar, pero ya no pudo entregar la comida. El agua ya estaba podrida, los cadáveres habían propagado enfermedades en todo Cuautla y en el campamento español, por lo que ambos bandos dieron un hasta aquí. Calleja envío una carta al virrey Villegas comunicándole que se daba por vencido. En la madrugada del 2 de mayo, Morelos envió a un emisario a revisar el campamento español. Todos estaban en los brazos de Morfeo, así que a escapar se ha dicho. Para las dos de la mañana ya estaban bastante lejos de Cuautla, pero en eso iban pasando más refuerzos para Calleja y estalla una batalla. Morelos la gana para las 4 y media de la mañana, pero parte de su ejército es alcanzado y dispersado por algunos realistas.

A mediados de 1812, la Junta Suprema de España aprueba la Constitución de Cádiz, considerada en aquellos tiempos una de las más liberales. Le daba un mejor trato a las colonias, gracias a la intervención de los representantes coloniales, entre ellos Miguel Ramos Arizpe, mexicano. Además, el virrey ya no era virrey, sino Jefe Político Superior. También le ponía fin a la Inquisición. Para finales de 1812 y principios de 1813 el ejército moreliano tiene en sus manos importantes bastiones como Oaxaca, Orizaba, Córdoba, Tehuacán y sobre todo Acapulco. En enero de 1813 los insurgentes recibían una noticia desagradable. Venegas fue depuesto por la Junta de Sevilla y en su lugar entró comeinsurgentes Calleja. Peor aún, Acapulco fue el principio del fin para Morelos. Tras cuatro meses de sitio dónde el ejército de la jefatura superior resistió fieramente, en agosto se rindieron con su orgullo intacto, pero el ejército de Morelos estaba debilitado. Unos días después Ignacio López Rayón y él, con grandes diferencias siempre, rompieron relación. Morelos se dirigió entonces a Chilpancingo y creo un congreso conforme a lo que ya había escrito en sus Sentimientos de la Nación. Este congreso hizo pública una declaratoria de Independencia el 6 de noviembre. Ya se puede hablar entonces de una guerra de Independencia, además de que Morelos siempre lo deseó. El Congreso de Chilpancingo es una calca de lo que pasa actualmente. A pesar de su pequeñéz, NADIE podía ponerse de acuerdo y en esa ineptitud, a veces le daban al traste a muchas ideas militares de Morelos. 

En fin, el resto de 1813 se fue al caño y Morelos alcanzó 1814 con renovados bríos. Se dirigió a Valladolid para tomarla y así tener una posición privilegiada para reconquistar Guadalajara, Guanajuato y San Luis Potosí. Con todo y que los insurgentes eran superiores en número por 3 a 1, el ejército de la jefatura superior se llevó el triunfo, en esa batalla también se encontraba el sujeto con el nombre de Agustín de Iturbide, que ya había sido ascendido a coronel. Morelos y su ejército salieron corriendo a Puruarán, donde los realistas ya los esperaban tomándose una buena copa de vino. Morelos tropezó de nuevo, pero ahora muy feo. Perdieron a más de 700 soldados y a 20 jefes, entre los que se encontraba Mariano Matamoros, fusilado ipso facto. A los pocos días Galeana fue derrotado en Tlacotepec y también fue fusilado en caliente. Morelos había perdido sus dos brazos militares en menos de un mes, como él mismo lo dijo: "He perdido a mis dos brazos, ya no soy nada". Para terminar de arruinar todo el congreso de Chilpancingo le retira el poder ejecutivo de sus manos, gracias a sus derrotas militares. Cabe remarcar que los congresistas contribuyeron a esas derrotas gracias a su estupidez. Después de eso, Morelos se retira a Apatzingán donde promulga la primera constitución del país, bautizada con el nombre del pueblo. Era basada en la de Cádiz, la francesa y en el escrito Sentimientos de la Nación. Sus principales postulados eran una división de poderes, libertad de expresión y respeto a los derechos humanos. 

A mediados de 1814, Fernando VII regresaba al trono después de la victoria española y la expulsión definitiva de los franceses. Lo primero que hizo el putito fue suprimir la Constitución de Cádiz, regresar al absolutismo, el Jefe Politico Superior de nuevo era Virrey, la Inquisición renació, los jesuitas regresaron, al igual que la persecución de los liberales. Prácticamente, con estas medidas los insurgentes ya no luchaban por él, si no por una verdadera Independencia, debido a que todo había regresado a como estaba en 1808. Además, autorizó el envío de miles de tropas que habían participado en la guerra contra los franceses a América, para sofocar las guerras de Independencia de los cuatro virreinatos americanos. Entraba el año de 1815 y al Congreso se le ocurre irse a Veracruz después de enviar emisarios a Estados Unidos (entre ellos el hijo de Morelos, Juan Nepomuceno Almonte, que se va a estudiar) y fijar una especie de Suprema Corte en Michoacán. A pesar de que pidieron a Morelos quedarse en Michoacán, él mismo decide acompañarlos para hacerles guardia. A mitad del camino a Veracruz son atacados por el ejército virreinal, provocando un desorden enorme y permitiendo una facilidad para capturar a Morelos. 

A finales de año se realizaron sus juicios y fue sometido a la misma humillación que Hidalgo en la ceremonia de excomunión. Al contrario de Hidalgo, Morelos estaba temblando de miedo, no reconocía sus acciones, y afrontó su muerte nerviosamente. Incluso, firmó un humillante perdón para que pudiera ser confesado, al contrario de Hidalgo, que no firmó nada y él mismo se comunicó con Dios. Llegaba la mañana del 22 de diciembre de 1815... Fuego, fue fusilado el gran Morelos, de espaldas. Su muerte dejaba casi desarticulado el movimiento debido a las peleas del ahora arrogante Ignacio López Rayón y el Congreso. Por si fuera poco, la gente de la Nueva España ya estaba hasta la madre de tanta muerte y de tantos abusos cometidos por la Corona debido a las acciones insurgentes. Estaban pagando justos por pecadores. Aún así, una pequeña flama todavía vivía en el virreinato, los líderes insurgentes de a verdad que quedaron fueron Pedro Moreno y el padre Torres (compañero de Matamoros) en el centro y en el sur, Nicolás Bravo, Vicente Guerrero y Miguel Fernández Félix, mejor conocido como Guadalupe Victoria. 

Un día de 1812, mientras estaba en campaña, Napoleón Bonaparte declaró: "Si tuviera cinco generales como Morelos conquistaría el mundo"... 

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Concierto para piano número 21 (1er movimiento, el famosísimo Andante) - Wolfgang Amadeus Mozart

10 sept 2010

Serie Bicentenario: Ignacio López Rayón al rescate (1811)

Cuando las autoridades virreinales estaban en pachanga perpetua por los fusilamientos de Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez (cuyas cabezas ya eran los adornos de lujo de la Alhóndiga de Granditas, con el objetivo de asustar a quien quisiera iniciar otra rebelión), no contaban con que el movimiento no estaba acabado del todo. La semillas que dejó la campaña de Hidalgo rindieron frutos, pequeñas sublevaciones estaban a la órden del día, además de que Ignacio López Rayón, secretario particular de Hidalgo, revivió el movimiento. Nacho López se encontraba en campaña en el norte del virreinato cuando se enteró del fusilamiento. Inmediatamente se dirigió a Saltillo, juntó a 3500 hombres y vámonos pa' Zacatecas. No le costó nada tomar la ciudad. Como buen abogado y diplomático que era, envió una carta a nada más y nada menos que a nuestro buen Felix María "Comeinsurgentes" Calleja del Rey. Ahí Rayón le expuso las medidas que iba a tomar el movimiento. Formar un Congreso, jurar fidelidad a Fernando VII, acabar con los saqueos españoles y continuar la guerra para fortalecer el movimiento. Calleja simplemente se orinó de risa, se preguntó porque demonios un rebelde se comunicaba con su perseguidor y, como fiel vasallo que era del virrey y del Rey de España, le ofreció el indulto (obviamente, para hacerlo pensar que era libre y luego fusilarlo, lo sanguinario nunca se le quitó a Calleja). Nacho lo rechazó tajantemente y agarró a toda su gente para ir con rumbo a Michoacán.

En agosto de 1811, se formó la famosísima junta de Zitácuaro, para confirmar el movimiento insurgente y darle pies y cabeza a través de un gobierno que lo representara. Entre los miembros de la junta estaban Carlos María de Bustamante, José María Morelos, el joven abogado Andrés Quintana Roo y su también joven esposa Leona Vicario. La primera labor de la junta, crear una Constitución. Lo lograron, se llamaba simplemente Elementos Constitucionales. Entre sus puntos más importantes estaban los siguientes:

  • La religión católica es oficial y única.
  • La América es libre e independiente de toda otra nación.
  • La soberanía bien del pueblo y reside en Fernando VII.
  • El Supremo Congreso está formado por cinco vocales (y un montón de consonantes, jajaja, broma) nombrados por los representantes de provincia. Su cargo durará cinco años.
  • Estblecimiento de un Consejo de Estado para los casos de Guerra y Ajuste del territorio.
  • Se establecen los despachos de Gracia y Justicia, Guerra y Hacienda.
  • Se abole la esclavitud.
  • Las personas declaradas como perjuras de la Nación por no apoyar el movimiento, se declaran también infames y sus bienes pasan a manos de la Nación. 
Nacho, no conforme con lo anterior, envió emisarios a Estados Unidos y a Sudamérica para dar a conocer el movimiento en la Nueva España y los puntos principales de la constitución. Además, con esos emisarios en Sudamérica, se pudo poner en contacto con los movimientos en los otros 3 virreinatos. Todo esto con el objetivo de legitimarse ante el mundo. Con este procedimiento diplomático y calmado, López Rayón recuperó el apoyo perdido después de la toma de Guanajuato y ganó también apoyo de organizaciones secretas, como la de los "Guadalupes", donde entre sus filas militaban los ilustres (tiempo después, grandes infames) fray Servando Teresa de Mier y José María Liceaga. La organización anterior también contaba con la militancia del legendario José María Morelos y Pavón, el nuevo líder del movimiento criollo...

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Sinfonía número 94 (Segundo movimiento) - Joseph Haydn

Serie Bicentenario... Inicia la guerra: La Campaña de Miguel Hidlago (1810-1811)

Llegaba el año de 1810 y había cambio en el trono virreinal. El arzobispo Lizana era sustituido con Francisco Javier Venegas. El virrey iba a lo que iba, a proteger los intereses españoles, de nuevo pidió préstamos forzados y para que la cuña apretara premió a Gabriel de Yermo por lo ocurrido en 1808. La llama encendida por la conspiración de Valladolid fue transferida a la conspiración de Querétaro. Los líderes eran el señor corregidor de la ciudad, Don Miguel Domínguez, y su joven esposa Josefa Ortíz. Entre los miembros figuraban Juan Aldama, los licenciados Laso y Parra y dos individuos que también integraron la conspiración de Valladolid: Mariano Abasolo e Ignacio Allende. Su plan era crear Juntas en las principales ciudades del virreinato, ya establecidas, esas juntas se encargarían de destituir a las autoridades, tomar rehenes a los españoles ricos y tomar todos sus bienes y ya hecho todo esto el gobierno quedaría cómodamente en las manos de los criollos y mestizos, integrando una Junta Representativa como las de España. La fecha para iniciar la operación estaba fijada para el 8 de diciembre del año en curso. En septiembre, la conspiración ya tenía una forma bien delineada. Para reforzarla, Allende invitó al cura de Dolores, Miguel Hidalgo y Costilla, ex alumno, ex maestro y ex rector del Colegio de San Nicolás en Valladolid. Precisamente debido a eso, se empapó de ideas ilustradas y la conspiración celebró su llegada, bueno, no tanto por eso celebraron sino porque era un cura y con eso se podían jalar a la revuelta a grupos más marginados como a los indios y a las diversas castas. 

El 15 de septiembre, la conspiración fue traicionada y Doña Josefa avisó a Juan Aldama, que estaba descansando en San Miguel. Más rápido que un pedo antes de salir del cuerpo humano se dirigió a Dolores para dar aviso a Hidalgo y Allende, que ya se encontraban dormidos. Llega Aldama toque y toque, un criado despierta a ambos hombres, le abren a Aldama y comienza el debate. Al padre Hidalgo le fascinaba el chocolate, por lo que encargó para todos. Ya con el chocolate en mano, Aldama y Allende plantearon dos escenarios: Dejar todo de lado y convertirse en prófugos, el otro, adelantar el movimiento. Pasó media hora y  tomaron la segunda opción. Era ya la madrugada del 16 de septiembre. Hidalgo se movió rápido, junto con su hermano Mariano, Allende, Aldama, un tipo llamado José Santos y 10 compas más se dirigieron armados a la cárcel local y liberaron a todos los reos. Acto seguido arrivaron a la casa del sudelegado del intendente, le dieron una madrina, lo apresaron y se apropiaron de todo su dinero. Cabe señalar que lo último fue fácil porque unos meses antes el cura Hidalgo le había pedido un préstamo y se fijó astutamente dónde se encontraba la lana. Terminado eso regresaron a la parroquia e Hidalgo ordenó a su campanero llamar a misa. Inmediatamente todo el pueblo se hizo presente afuera de la parroquia y en ese momeno, cuatro de la mañana del 16 de septiembre de 1810, Hidalgo dió el grito que cambiaría la historia del virreinato de la Nueva España:

SEÑORES...¡¡VIVA NUESTRA MADRE SANTÍSIMA DE GUADALUPE!! ¡¡VIVA FERNANDO VII!! ¡¡VIVA LA NUEVA ESPAÑA!! ¡¡¡¡¡¡MUERA EL MAL GOBIERNO!!!!!

Nótese que NUNCA hizo mención a una independencia del virreinato. En fin, con unos cuantos de hombres el nuevo ejército marchó hacia San Miguel el Grande. Unos cuantos pueblos antes de llegar, entraron en Atotonilco, donde Hidalgo tomó el famosísimo estandarte de la Vírgen de Guadalupe, que se convertiría en la primera bandera verdaderamente representativa de todos los criollos, mestizos, indios y castas, además de que sería el ícono del posterior movimiento de Independencia (Desde el siglo XVII los criollos ya habían tomado a la Vírgen de Guadalupe como símbolo de su nacionalidad). Cuando llegaron a San Miguel, media ciudad se adhirió al movimiento y ayudaron para apresar a los españoles peninsulares y tomar sus bienes. Descansaron un poco y salieron con 50 mil hombres hacia Celaya (Hoy en día medio mundo la conocemos como Cajetalandia), siendo ocupada totalmente e 21 de septiembre. A partir de esta toma, la tradición del ejército de Hidalgo nacería: Ciudad que nos paramos, ciudad que saqueamos y robamos. Hidalgo aceptaba esos métodos debido a que lo consideraba justo después de tanta explotación española y daba la casualidad de que casi la totalidad del ejército estaba conformado por indígenas. 

Además, en Celaya se repartieron los mandos. Hidalgo quedaría como capitán general y Allende, teniente general del ejército. Esto molestó a Allende, porque Hidalgo permitía lo antes mencionado y para terminarla de fregar no tenía conocimientos militares ni capacidad de organización castrense. Allende, con su clara educación militar era partidario de suprimir esos saqueos, darles disciplina a los miembros y enseñarles a tirar (porque tenían una puntería paupérrima). Hidalgo desgraciadamente lo mandó a volar y ahí empezaron las interminables peleas entre ellos. Los líderes del movimiento no quitaron el dedo del renglón a pesar de lo que dijo Allende, debido a la calidad religiosa que tenía Hidalgo. Prácticamente era un imán de gente por su hábito sacerdotal. Siguiente paso: Guanajuato.

Guanajuato como sabemos, era una ciudad importantísima para el virreinato. Ocupando esa ciudad, el ejército de Hidalgo tendría al virrey agarrado del cuello. El 28 de septiembre, Mariano Abasolo y otro tipo fueron a decirle al Intendente Juan Antonio Riaño (íntimo amigo de Hidalgo) que rindiera la ciudad. Un día anterior, sabiendo que tarde o temprano los revolucionarios iban a llegar a Guanajuato, pidió refuerzos a San Luis Potosí. Aún así, no entregó la ciudad y aparte le dolió enterarse que se iba a enfrentar a un gran amigo. Abasolo y su acompañante se retiraron para darle aviso a sus compañeros. Riaño, por su parte, ordenó a todo mundo a refugiarse en la Alhóndiga de Granaditas. Se supone que esto le daba tiempo para que los refuerzos llegaran. Los pocos elementos del ejército virreinal se postraron en las entradas y en el techo de la alhóndiga, rifles y pistolas en mano y en posición. Ese mismo 28 de septiembre llegó el ejército de Hidalgo, una de las más ilustres (y sangrientas) batallas de la historia de México comenzaba. 

Entre tiros y tiros, parte del ejército subió a los techos de las casa a tirar hondasos contra los soldados que estaban en el techo de la alhóndiga que estaban tirando bombas. Los realistas estaban teniendo bajas por montones y muchos dentro de la alhóndiga estaban a punto de hacer retirada, esto enojó al intendente Riaño que arengó a su gente a regresar a batalla. Sale a un balcón de la alhóndiga a disparar e inmediatamente una bala alcanza su ojo derecho y cae fulminado. Esto dio al traste con la organización del ejército, que ahora estaba completamente diezmado, asustado y con una dirección terrible (el hijo de Riaño apenas si había alcanzado un rango de comando en el ejército virreinal) que decidió seguir luchando que pedir paz. Esto exasperó a un español, que refugiado en una habitación sacó un pañuelo blanco, sin decirle a los líderes del ejército defensor. Inmediatamente el ejército de Hidalgo hizo alto al fuego y se dirigió a la puerta principal. En menos de lo que Joachim Löw se saca un moco para comérselo, el ejército español enfureció con esa bandera blanca y siguió disparando. Los revolucionarios lo tomaron como un deshonor y su furia y crueldad explotó. Entre varios por fin abrieron la puerta y dispararon contra TODO lo que se moviera, incluyendo niños, mujeres, ancianos etcétera. Afuera de la alhóndiga, saquearon tanta cosa de Guanajuato que la dejaron temblando de pavor. Cuando todo acabó, Hidalgo vió el regadero de sangre y una escena espantosa con cientos de cadáveres, se arrepintió de haber sido tan permisivo. Allende estaba que no lo calentaba ni el sol. Al saberse la masacre fuera de Guanajuato, muchos criollos le retiraron su apoyo al movimiento.

Siguiente parada: Valladolid. Antes de llegar muchas victorias se sumaron a los laureles del ejército. Finalmente, el 19 de octubre le calleron a la ciudad y el Intendente de la provincia, como era insurgente, entregó el poblado con todo y pachanga incluída. Aquí empezaron a llamar a Hidalgo "Su Excelencia" y "Alteza Serenísima". Salió Hidalgo con 30 mil hombres más (ya eran 80 mil en total) rumbo a la capital del virreinato, la Ciudad de México, juntando más éxitos. En el trayecto, llegaron al pueblo de Chairo el 20 e octubre e Hidalgo se encontró con su alumno en San Nicolás, el cura José María Morelos. Como Morelos compartía sus ideas, le ordenó crear un ejército en el sur del virreinato. Morelos aceptó encantado. Estuvieron platicando un poco más y se despidieron. El virrey Venegas estaba que el diablo ya se lo iba a coger y envió al general Torcuato Trujillo con 2780 hombres para tratar de detener a Hidalgo. Trujillo e Hidalgo se encontraron en el Monte de las Cruces el 30 de octubre. Inicia la batalla, y con un 80 contra 1, el ejército revolucionario aplastó al español, tomaron casi todo el armamento que dejó el ejército virreinal y le inflingieron 2000 bajas. En la batalla, del lado del ejército virreinal estaba un teniente llamado Agustín de Iturbide. 

El ánimo de los insurgentes estaba en las nubes. Solo se colocaban a unos pocos kilómetros de la Ciudad de México. Todo mundo estaba feliz, en un ratito, la Nueva España por fin tendría un gobierno justo. Pero oh sorpresa. Hidalgo tomó la decisión de NO atacar la capital. Se rumoran varias versiones: uno, había temor de enfrentarse al comeinsurgentes Felix María Calleja. Dos, Hidalgo tenía miedo de que se repitiera algo parecido a lo de la Alhóndiga de Granaditas. Tres, se temía de que inmediatamente hicieran prisionero a Hidalgo. Cuatro, amenazas de muerte a toda la familia de Hidalgo. Cualquiera que fuese el móvil, no atacaron México. Esto hizo que la moral del ejército bajara a niveles inframundales y Allende se enfureciera aún más. En el regreso al Bajío, se encontraron en persona con el comeinsurgentes Calleja en Aculco. Calleja los hizo mierda... Miles de bajas, 600 oficiales hechos prisioneros, 12 cañones perididos, al igual que pólvora y cartuchos. Allende explotó, cortó con Hidalgo y se largó de regreso a Guanajuato para defender la ciudad. Hidalgo siguió su camino hacia Valladolid para reforzarse. Pasó el tiempo y el pobre Allende nunca recibió un solo refuerzo, por lo que partió a San Luis Potosí para reunirse con Aldama y Abasolo. 

Finalmente, Hidalgo llega a Valladolid, le hacen otro pachangón, se reabastece de lo que fuera y agarra camino a Guadalajara. Llegando a Guadalajara, el 6 de diciembre, abole la esclavitud en toda la Nueva España y conforma un mini gobierno provisional, José María Chico se convierte en ministro de Gracia e Ignacio López Rayón, ministro de Estado. Se quería lograr el establecimiento de un congreso y pedir apoyo a la naciente nación del norte llamada Estados Unidos. Hidalgo sale de Guadalajara ya en 1811 y el 7 de enero se reune con Allende en Puente de Calderón, donde ya los esperaba el comeinsurgentes Calleja. La batalla fue sangrienta y Calleja pulverizó al ejército insurgente. Salieron huyendo hacia el norte (para comprar armas en Estados Unidos y juntar más gente), donde en un poblado todos se unieron contra Hidalgo (porque no aguantaban más su terquedad) y le quitaron el mando del ejército, dándoselo a Allende. Hidalgo ardió de furia y ya miraba a Allende con una cara de te voy a matar cuando tenga la oportunidad. En la reunión, Mariano Jiménez ofreció darles refugio en una propiedad que tenía en el mismísimo norte del virreinato. Antes de llegar al sitio de Don Mariano, el 21 de marzo fueron aprendidos en Acatita de Baján, gracias a que unos traidores fingieron ser comité de bienvenida para los jefes del ejército. Allende, Aldama, Don Mariano e Hidalgo fueron llevados a Monclova y de ahí a Chihuahua para ser enjuiciados por un tribunal civil. Fueron un mero trámite, desde hace meses en las entrañas de las instituciones virreinales ya se sabía la sentencia que recibirían quienes alborotaran el virreinato. Don Miguel Hidalgo fue llevado al poco tiempo a Durango al tribunal de la Inquisición, para su juicio de excomunión. Igual que el juicio civil, el eclesiástico fue mero trámite. Unos días después se realizó la ceremonia de excomunión. Para un sacerdote y para un simple fiel, esa ceremonia es humillante. Primero le raspan literalmente las manos al sacerdote excomulagado para quitarle el poder de consagrar. Después no me acuerdo que pasa, pero al último le cortan y rasgan sus vestiduras sacerdotales. Todo esto, de rodillas ante el obispo. Por medio de documentos oficiales se ha comprobado que Hidalgo nunca fue excomulgado en realidad. Si bien la ceremonia fue encabezada por el obispo, EL JUICIO de excomunión fue dirigido por una autoridad eclesiástica de bajo rango, por lo que no tenía derecho a excomulgar a Hidalgo. Pero, pues pasó lo que pasó.

El 26 de junio fueron fusilados Allende, Aldama y Jiménez. El 30 de julio, con toda la serenidad del mundo, Hidalgo estaba en su celda, desayunando tranquilamente con Ortega, el elemento del ejército virreinal del cuál se había hecho amigo durante su prisión. Hidalgo tuvo un tiempo para encontrarse consigo mismo en la prisión, reconoció sus errores, lloró por algunos, como todo ser humano. Eso sí, nunca se arrepintió de haber iniciado el movimiento. Regresando al 30 de julio, Hidalgo terminó de desayunar y se dirigió junto con Ortega al patio de fusilamiento. Le dio la mano a todos el pelotón y se colocó en posición. Mientras un integrante lo quería colocar de espaldas, como traidor, Hidalgo se resistió y se colocó de frente, con la mano derecha en su corazón. El pelotón disparó a la orden, sin darle a la cabeza. Hidalgo cayó al suelo, todavía vivo, una bala rompió su dedo índice. El pelotón volvió a disparar, Hidalgo estaba pero en un dolor intenso. Finalmente, el jefe del pelotón ordenó el tiro de gracia. Dos elementos se acercaron a un Hidalgo agonizante, apuntaron a su corazón. Temblorosos, los elementos agarraron la onda hasta el cuarto grito de fuego. Hidalgo murió a las 7:30 de la mañana del 30 de julio de 1811... Parecía que el movimiento había muerto de inmediato... 

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Sinfonía número 5 en C menor (1er movimiento) - Ludwig van Beethoven

Serie Bicentenario: Primer y segundo intentos de gobierno criollo (1808-1809)

Pues las noticias llegaron a los virreinatos y aquí en la Nueva España la reacción fue inmediata. Los hijos de puta de los españoles peninsulares creían que el virreinato no debía tener una junta central como las de las provincias de España, para eso crearon el Real Acuerdo, que la conformaban oidores peninsulares y el virrey, de hecho, tampoco iban a acatar las decisiones de la Junta Central de España. Por el otro lado, los siempre apalastados criollos aceptaban la idea de la Junta Central, apoyados por las leyes vigentes. Los regidores del Ayuntamiento de la Ciudad de México, Francisco Primo de Verdad y Juan Francisco Azcárate, declararon que a falta de rey la soberanía regresaba al pueblo, por lo que el Ayuntamiento era el regente legítimo de la ciudad en tiempos turbulentos. Obviamente, las dos facciones se enfrascaron en una verdadera lucha de dimes y diretes. 

Unos días después de esto, un 20 de agosto, llega un representante de la Junta de Sevilla y se entrevista con el virrey, le pide que se una a la junta. A la semana llega un representante de la Junta de Oviedo, platica con el virrey Iturrigaray y le pide lo mismo. El virrey rechaza ambas propuestas y los españolitos comienzan a sospechar. A los pocos días de lo último llegan los representantes del Ayuntamiento y le proponen a Iturrigaray gobernar en lugar del rey y convocar a una Junta como en el resto de España. El cuate estaba que se orinaba de miedo de perder el puesto por la llegada de los franceses a España, pero la propuesta del Ayuntamiento le permitía seguir monitoreando las cosas. Total que aceptó y al día siguiente convocó a junta a los dos grupos, al Ayntamiento y al Real Acuerdo, y dijo que la soberanía regresaba al pueblo y que el Ayuntamiento tomaba el mando junto con él. Esto hizo que los españoles vomitaran sapos y flamearan por el trasero. Sus intereses iban a ir al caño (bueno, más bien a la calle por eso del "agua va") y los criollos por fin iban a imponer sus condiciones y probablemente hacer de ese virreinato algo mejor. Nunca se había visto a los españoles con tanto miedo. Decidieron tomar la justicia por su mano (como siempre) y planearon un golpe de Estado. 

El 11 de septiembre el grupo quedó confirmado, se bautizaron "Los Patriotas de Fernando VII" y se pusieron en acción, entre ellos estaba el rico hacendado Gabriel de Yermo, que fue quien dio todas las provisiones necesarias. El 15 de septiembre fue el día elegido para atacar Palacio Virreinal, además de que el mismo día unos emisarios del grupo fueron con el arzobispo Francisco Xavier de Lizana y Beaumont para convencerlo. Lo lograron y su excelencia les dio la bendición. El virrey Iturrigaray ya había sido informado de esta conspiración para derrocarlo, pero al camote le valió madre y se fue con su esposa a una función de zarzuela. El virrey rápidamente se puso hasta la madre, pero aguantó al final de la función y se retiró hacia Palacio Virreinal. Cabe señalar que el ejército virreinal ya estaba infiltrado con partidarios a la causa de "Los Payasos de Fernanputo VII", desgraciadamente. Los infiltrados se encargaron de asesinar a quienes se mantuvieran fieles al virrey. Ya en Palacio, Gabriel de Yermo personalmente arrestó al virrey justo antes de que pudiera entrar a su habitación. Los cargos: traición y sabotaje del virreinato. Inmediatamente arrestaron a su esposa y a sus hijos y en menos de lo que canta un gallo los llevaron a su prisión, el convento de San Bernardo de Claraval, para ser días después trasladado a Cádiz para ser juzgado. De hecho, en el Palacio se encontraron varios documentos comprometedores que fueron usados en su contra. 

De Yermo transmitió a sus seguidores el éxito de la operación. De repente, a uno de los del grupo se le ocurrió la idea que echaría todo al caño para los criollos: La detención de Primo de Verdad y Azcárate. Rápidamente le hicieron caso y fueron tras ellos. Los dos fueron hallados en sus casas y llevados a diferentes cárceles. Primo de Verdad fue hecho preso en la cárcel del Arzobispado y el 4 de octubre fue asesinado en su celda, para ser exactos ahorcado. Para simular que él se había suicidado los asesinos colocaron el pedazo largo de la soga en su mano ya que se encontraba en el piso. Azcárate fue trasladado a la misma prisión que Primo de Verdad, pero a los pocos días fue llevado al convento de Betlemitas. Afortunadamente vivió y fue liberado en 1811.

Los españoles habían obtenido una victoria rotunda. La Real Audiencia comenzó a gobernar libremente la Nueva España con mano dura. Como títere, colocaron en el trono virreinal al chochiento general Pedro de Garibay (el cuate ya tenía más de 80 años cuando aceptó ser mangoneado). Los criollos estaban más que furiosos con los españoles y empezaron a pensar seriamente una movilización armada para fregarse a los peninsulares, eso sí, nunca se pensó en la Independencia, sino en un cambio de mentalidad en el aparato virreinal (como lo de Fox cuando estaba el PRI). Para echarle más leña al fuego furioso criollo, lo primero que hizo el viejo caracamal fue clausurar el cuartel del ejército virreinal en Xalapa. La razón, el 99% de ese regimiento estaba conformado por criollos y el ruco pensó que tarde o temprano iban a estarle apuntando con sus mosquetes en el trasero en su oficina y armar una revolución criolla. Esto provocó que los militares renunciados promovieran en sus lares las ideas de Primo de Verdad y Azcárate. Al poco tiempo Garibay dejó el trono por falta de oxígeno (jeje, broma) y la Audiencia decidió entronar a su benefactor principal, el arzobispo primado de México Lizana y Beaumont. Lizana trató de ser conciliador para las dos partes, sobre todo para los criollos, que seguían ardiendo en infernal ira. Para empezar, mandó por fin representantes de la Nueva España a la Junta Central de Cádiz. La Junta le encargó enviar un poco de dinero para apoyar la causa en contra de los franceses. Hizo lo que los criollos odiaban, fuga de capitales. Como dije amigos, Lizana trató de ser conciliador y le bajó un poco de huevos a la persecución criolla, además separó de sus cargos en la Audiencia e Intendencias a muchos españoles peninsulares.

Todas estas acciones de Lizana fueron en vano, para principios de 1809 movimientos conspiratorios criollos en contra del agandalle  peninsular ya estaban repartidos por todo el sector centro del virreinato. A los criollos también se habían integrado peninsulares moderados y mestizos. La conspiración que inspiró a la de Querétaro (1810) y que estuvo a punto de lograr el cometido (por eso su importancia) fue la de Valladolid. Esa conspiración era integrada entre otros por los hermanos Michelena, José María García Obeso, Ignacio Allende y Mariano Abasolo. El objetivo principal: reunir personas de todo el virreinato para formar una Junta que gobernara en lugar de Fernando VII. El éxito o fracaso de esto dependía de la gente que reunieran, así que se dieron a la labor de bajarles las nubes y las estrellas a los pobladores. Obviamente, personas y personas se unían, entre ellas un joto traidor que dió aviso a las autoridades virreinales una semana antes de arrancar el levantamiento (programado para el 21 de diciembre de 1809). Apresaron a todos, aunque pronto fueron liberados por órdenes del virrey Lizana. Con esto intentaba mostrarse benevolente, algo que le reprocharon los peninsulares. Aún así, el daño hacia la Corona ya estaba más que hecho, tambores de guerra sonaron durante todo 1809 y principios de 1810. 

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Sinfornía número 25 en G menor (1er movimiento) - Wolfgang Amadeus Mozart