Café musical

26 ago 2010

The A team

Yo solo tenía 6 años amigos míos, y ni siquiera me importaba este rollo político. Era una noche oscura de 1942 en Atlacomulco, Estado de México. En ese entonces al gobernador Isidro Fabela y a un grupito de prestigiosos políticos se le ocurre convocar a una vidente local. De repente la voz de la señora cambió y habló como si fuera tenor: De este grupo saldrá un presidente de la república. Nacía el grupo Atlacomulco, exclusivo para políticos priístas del Estado de México. Fabela tenía un estilo único de hacer política. Su máxima era: "Un político pobre es un pobre político". Y ese refrán guiaría al grupo. Se tienen que utilizar las riquezas que uno vaya generando para que sus elegidos y toda la demás gente pueda operar y ganar puestos de volada. El grupo empezaría a funcionar enteramente hasta los años 60, cuando Carlos Hank tomó el mando. 


1976, principios. Se venía la sucesión del Tontín y era hora de que el grupo Atlacomulco actuara con el bien de por fin llenar su profecía. Además de que este grupo siempre se involucraba a la hora de la sucesión presidencial para poner a su gallo o apoyar con todo su poder económico al que haya decidido el emperador vestido de simple presidente. Estaba ahí precisamente con el Lic. Moya Palencia cuando vienen llegando uno por uno los miembros del grupo (entre ellos el entonces joven Alfredo del Mazo) hasta que llegan los decanos, el Lic. Gustavo Baz, el Lic. Jorge Jimenez Cantú, el Lic. Ignacio Pichardo Pagaza, el Lic. Mario Ramón Beteta y el rey de reyes (que había adoptado la máxima de Fabela), Carlos Hank González. Cabe remarcar que cada uno fue llegando tocando la puerta de uno de los salones de Palacio Nacional y cuando arribaban me decía el Licenciado Moya:
-Ah mira Polo, le presento a la eminencia Gustavo Baz-.

-Mucho gusto licenciado-.
-El gusto es mío joven, dicen que es usted muy habil en Gobernación, ya deberían de hacerlo el mero mero-.

Obviamente, el licenciado Moya y un servidor nos retiramos. Moya vía a uno de ellos como competencia. Bajo mi propio riesgo me quedé afuera con la oreja bien pegada la puerta a escuchar la sesión. 

HANK
Muy bien señores, díganme, quien de nosotros irá por la grande

BAZ
Yo, soy el más viejo y siempre he querido la silla


JIMENEZ
Maestro Baz, con todo respeto, su riqueza ya se la gastó, el chiste aquí es lanzar al que más lana tenga, pa que agarre todavía más y luego nos meta a nosotros


DEL MAZO
Bien pensado señor Jimenez, pero creo que puedo tener algo en el pastel

HANK
Con todo respeto del Mazo, pero usted está muy verde

PICHARDO
En efecto

HANK
Entonces quien pues...

DEL MAZO
Usted, señor Hank, es bastante allegado al grupo que controla la república, tiene bastante dinero y mucha experiencia. Ah, y es usted muy sutil, como todo buen político.

HANK
Gracias por las reverencias del Mazo, pero la Constitución no me lo permite. 

BAZ
Hombre, eso se arregla de un plumazo.

HANK
Es cierto maestro, no me acordaba. Por cierto, díganme los perfilados por Echeverría.

PICHARDO
Mario Moya Palencia, José López Portillo y Porfirio Muñoz Ledo

HANK
Hm, ya estuvo que va a ser López Portillo...

DEL MAZO
Si señor, por eso el Licenciado Pichardo tardó un poco en contestarle

HANK
Híjole, otro sexenio perdido, parece que la maldita profecía nunca se cumplirá


Beteta no habló en toda la reunión y ya sabemos que pasó al final. López Portillo se quedó con la nominación, pero eso sí, no se olvidaron de Hank, lo ubicaron como Jefe del Departamento del Distrito Federal, osea, el número tres dentro de la sucesión presidencial. Ya a finales de los 80's el poder del grupo tenía rival. Los tecnócratas, los chamacos, liderados por el orejón Salinas. Aquí empezaría el choque con lo nuevo y la debacle de Atlacomulco. Los tecnócratas les quitan puesto tras puesto dentro de la esfera del sistema, además de que Salinas dentro del PRI se ha convertido en un tirano del cual no se han podido librar. En 1993 logran un acuerdo ambos bandos y avientan a Colosio al ruedo como candidato de unión. Ya supimos que pasó. Los tecnócratas lo asesinaron. Eso sí, Atlacomulco tiene esperanzas de resurgir (desgraciadamente), de la mano del niño bonito Enrique Peña Nieto, quien es el elegido por Atlacomulco y quien por fin tiene grandes posibilidades de cumplir la profecía. 

Canción del post
Let'em In - Wings

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