Las dos Alemanias

Recuerdo la época amigos míos de las dos Alemanias. Un país tan poderoso que en la WWII quedó hecha añicos, reducida a nada. Como la historia y los hilos de la humanidad siempre son dirigidas por los vencedores, decidieron dividir el país, primero en CUATRO pedazos. El sector oeste, partido él mismo en tres, el norte era ocupado por Inglaterra, el suroeste por Francia y el sureste por Estados Unidos. El sector este era completamente para la URSS. Más tarde el sector oeste fue enteramente para Estados Unidos y el este seguía siendo posesión de la peste roja. 

Eso sí, no había muros en ningun lado, Berlín era la capital del este y Bonn la del oeste. Cuando empezé a chambear para el gobierno me mandaron unos días a Berlín (del Oeste), quien sabe porqué razón. Antes, eso sí, me habían dado unos cursos de alemán. En aquel año de 1959 las personas de ambos lados todavía se llevaban bien, como si no los hubieran separado. De hecho las del este (RDA) también tomaron como suyo el triunfo de la selección de 1954, la que reactivó a la RFA. 

Llegué al aeropuerto de Berlín del Oeste y rápidamente me fuí a comer. Ahí encontré una pareja en su momento, eran los únicos además de mí. Pedí un café con un muffin. La pareja se me quedó viendo sobre todo por el pin del águila mexicana que traía.

-Perdone señor, usted es de México ¿verdad?-

-Así es joven-

-¿Cómo le hacen para sobrevivir debajo de los malditos americanos?-

Aún había resentimiento por la Segunda Guerra...

-Hijo, es todo un misterio, no sabemos, pero eso sí, es ley agacharnos la cabeza ante ellos y si se bajan los pantalones se las tenemos que chupar, no hay de otra. Aunque nuestro gobierno disque a veces no está de acuerdo con ellos y disque es neutral en ese tipo de decisiones... SIEMPRE se está de acuerdo, porque si no nos carga el payaso-

El muchacho movío la cabeza en señal de aprobación, pero de aprobación un poco triste

-Oh, dónde están mis modales, está es mi novia, Frau Linda Herzog. Ella es del este, de hecho somos amigos desde la primaria-

-Mucho gusto señorita-

-El gusto es mío señor, viví en México un tiempo, lindo país-

Me gustó Alemania y me hize amigo de esos dos chicos. Cada vacación iba a Alemania para ver que onda. Se casaron, y seguían viéndose en el café. Pero llegó 1961. Las escapadas de las personas del este al oeste eran incontrolables, obviamente el oeste con todo gusto les daba asilo, pero las autoridades de la peste de la hoz y el martillo estaban que se los llevaba la chingada. Y se les ocurrió hacer un muro en la ciudad de Berlín para evitar esas escapadas. Fue un día horrible para Linda y su esposo. Linda quería quedarse en el este para cuidar a su familia. 

-No seas estúpida Linda, mejor traete a toda tu familia-

-NO, el este de Berlín siempre ha sido mi hogar-

-Y ESO QUE, ya no tendrás libertad-

-Te amo, pero mi familia está primero-

-TU FAMILIA PRIMERO, soy tu esposo, tendremos nuestra propia familia, idiota-

Después de esa palabra, todo quedo en silencio, Linda le dio una cachetada al joven y se fue llorando del cafe. Eso paso cuando iba entrando. Vi la cara del joven, debastada. Parecía que Linda se había encerrado en su mundo, su familia, no las quería abandonar.

Y el muro fue construido, seguía viendo al joven en la cafetería. En checkpoint Charlie veía a Linda todos los días, era de las únicas mujeres en el ejército rojo de la RDA. Y ahí empezó también una guerra de dimes y diretes entre las dos Alemanias, ya no eran hermanas, eran enemigas. Y me recordó a nuestra situación. Gente cruzando ilegalmente hacia una mejor vida. Un día de 1977 le pregunté al joven

-¿Cómo le hacen para vivir a un lado de un país regido por idioteces?-

-Leopoldo, sabía que un día me regresarías esa pregunta-.

Una de las grandes estupideces de la humanidad, estaría en pie hasta los primeros días de noviembre de 1989, cuando el hartazgo de la gente del este provocó el derrumbe. Linda y el ahora señor se vieron, pero ya no se juntaron de nuevo, porque ambos ya estaban vueltos a casar. Linda seguía encerrada en su mundo, y ahora más, trayendo esa ideología pestilente, que  drenaba a las personas bajo ese régimen, y lo hacían vivir en su mundo recóndito.  Curiosamente la gente del Este empezaba a extrañar los tiempos de la RDA, como que no sabían que hacer con tanta libertad. Hoy, aunque ustedes no lo crean, los del Este quieren de vuelta al comunismo, simplemente increíble. 

Canción del post

Frente a Frente - Jeanette