Café musical

26 sept 2009

El Casino de Agua Caliente

Era el año de 1950, era sólo un chamaco de catorce, recién regresado de Estados Unidos, por lo del programa bracero, allá pasé mi infancia, curiosamente, mi apá pudo llevarnos a todos a gringolandia a chambear mientras los gringos andaban matando japoneses. Pues les decía, estaba en mi casa, en la Colonia Independencia, la mismita donde tengo este café. Pues allí vivíamos mis padres, los 10 chamacos que éramos y mi abuelo paterno, Domingo de la Garza y Tovar, que había sido parte de los Científicos, legendario gabinete de Porfirio Díaz, ya en la última etapa, pues era el más jóven de TODOS los secretarios y subsecretarios y empleados de tercer nivel. Él siempre nos contaba grandes historias de la dictadura, de cómo era México y su sociedad en aquellos días y muchas otras cosas más. De lo que casi nunca nos contaba era de sus visitas a distintas partes del mundo y del país. Esta vez, por fin nos iba a contar una de esas experiencias...

-Hoy mis niños, les contaré la historia y mis aventuras en el Casino de Agua Caliente, en Tijuana, allá en el Territorio de Baja California, dónde comienza nuestra patria... Este casino era sumamente hermoso, bellísimo... Aunque no tenía vida el mega complejo, decía la palabra LUJO... Tenía una enorme extensión terrenal, en un lejano cerro estaba el hipódromo, en el otro extremo, en otro cerro se encontraban las aguas termales, que rico se sentía cuando uno se daba un chapuzón ahí, jejeje. Ya en la parte planita se encontraba el imponente edificio, su imponente alberca y su imponente fuente, con una entradota lujosa para el casino, más pa' atrás estaban los cálidos y acogedores bungalos con todo y su excelso jardín, un montonal de palmotas y a un ladito del acceso por auto, estaba la pista para avionetas, que tenía como "torre de control" una hermosa torre de un estilo arquitectónico nuevo para aquellos años. El estilo arquitectónico de todo el complejo era árabe a más no poder, pero árabe precioso, la verdad, ese estilo solo se lo encontrarían en los palacios de los sultanes mis niños, eso sí, mezclado con otro estilo así, como el de las antiguas misiones religiosas californianas.
-OOOOOOOO-. Todos con la bocota abierta por lo que nos estaba diciendo el viejo Científico.
-Más tarde, le hicieron un campo de Golf con un césped verde chillante, bonito. Los interiores, uno se derretía cuando entraba, sobre todo al área principal, donde se encontraba el casino y el gran salón de baile... EL SALÓN DE ORO, con acabados finos de madera pura y cara, además de que el piso era de mármol... En mis tres viajes me encontré con gente famosa, la primera vez, en 1927, recién inaugurado el casino, me encontré con los archifamosos, los hermanos Marx, estuve jugando un poco de baccarat con ellos, no paraban de hacerme reír... Cabe mencionar que ahí se inició Rita Hayworth, hermosísima, con su espectáculo "Tarde Mexicana". Todo mundo se derretía al verla, menos yo, de por sí en aquellos años ya estaba chocheando... Bueno, en 1928 me encontré a Clark Gable, ese tipo era la clase con patas, bailaba bien... Pero con el personaje más importante con los que me topé fue con el mismísimo Al Capone, en 1929. Todo su séquito atrás de él. Se acercó a la mesa de poker de 5 cartas, ahí estaba yo jugando...
-Todos, largo de aquí, vamos a ver si este viejo puede conmigo-.
-Ja, viejos los cerros Capone-.
-¿Y usted como sabe quién soy?-.
-Leo los diarios; dígame, ¿cómo le va con Ness?-.
-HAHAHA, Ness, por favor, ese imbécil está jugando con fuego, no me va a mandar a la cárcel, no tiene ni una sola prueba, además, sabe que puedo eliminarlo fácilmente-.
-El que ríe al último ríe mejor Capone... Hora de revelar su mano... Pago por ver...-.
-Anciano, usted no me gana con esto... Full de Aces...-.
-Lo siento Capone, Flor Real-.
-IMPOSIBLE-.
-Pues fue posible Capone... Creo que no le gusta perder-.
-CLARO QUE NO ME GUSTA, NUNCA HE PERDIDO EN NADA, NI EN ESTE JUEGO-.
-A lo mejor es porque le infunde miedo a sus súbditos-.
-Mire anciano, se calla o se la parto aquí-.
-Cálmese Capone, se nota que usted nunca ha aprendido a manejar su furia, además, no vale la pena rajarme mi avejentada cara delante de las grandes luminarias de Hollywood; además ya voy de salida, usted apenas está empezando a vivir. Si se enoja por nimiedades como decirles súbditos a sus colaboradores...-.
-HAHAHA, anciano, usted tiene bolas grandes, y eso es de respeto... La champaña viene de mi parte... Sigamos jugando-.
-... Esa fue una gran noche para mí, le quité a Capone la mitad de lo que traía, pero rápidamente, me hize camarada del más grande criminal de la historia, que ironía niños... Después, el idiota de Lázaro Cárdenas prohibiría los juegos de azar y adiós glamour en Tijuana. Para rematar, el imbécil, con millones de hectáreas donde plantar una escuelucha, decide ponerla en los terrenos del casino... Han pasado los años y ahí siguen deteriorándose esos magníficos pedazos de Historia-.

Y así siguieron, las primeras veces que visité Tijuana, ya como estudiante de la UNAM, era triste ver como el legendario casino se caía a pedazos, pero gracias a Dios, todavía me tocó verlo enterito... Siento lástima por las generaciones de ahora, que no alcanzaron a ver semejante lujo, semejante ícono de la historia, no solo de Tijuana ni de Baja California, sino de todo México... Chingue a su madre el "tata" Lázaro dónde quiera que se encuentre... 

Pieza de la anécdota:
Al Capone - ENNIO MORRICONE

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