Juntando dinerito de mis primeros años en el gobierno, se me hizo comprar un carro del año, un pequeño lujo. Yo ya tenía una combi porque ya éramos exactamente siete en la familia, mi esposa, mis 5 hijos y yo, pero quería uno pa' mí solito y para mi Dianita... Era 1965 y la Ford había sacado un año antes un carro espectacular, con un motor impresionante, fuerte, dominante, hacía babear a todo aquel mortal que estuviera a su lado... EL MUSTANG. Preciosura de carro, en versiones Cabrio y normal. Obviamente compré el cabrio, para disfrutar del aire mientras circulaba por Paseo de la Reforma. Que chulada de motor, tocaba ligeramente el acelerador con la punta del pie y el caballito ya andaba en 100 km/h. Un día casi me para la policía pero me alcanzé a frenar, jiji.
El motorcito era de 7.0 L, V8 con más de 250 caballos de fuerza, hay papá. Cuando iba a Acapulco llegaba rapidísimo. Y obvio también llegaba rápido al trabajo... Un día el tontín Echeverría me vió llegar en él...
-Bonito auto de la Garza.
-Muchas gracias señor, si anda queriendo comprar un carrito del año, le recomiendo este.
-Uh Leopoldo, yo ya me ando haciendo viejo, mejor un Cadillac...
-Ay jefe, usted no quiere nada...
Y lo mejor vino en el 68, el Mustang Shelby... Aprovechando que me habían aumentado el sueldo y una de esas movidas chuecas que hice (hey, tenía que aprovechar a mis jefecitos priístas) me fue a comprarlo a Estados Unidos y no pagué un centavo de aduana ni de importación. El Shelby de aquel año tenía un motor COBRA JET V8 como de 7 y pico de litros y la impresionante cantidad (en aquel año) de 335 HP.
-Muchas gracias por el paro jefe.
-Por nada de la Garza, usted se lo merece, usted es un hombre ejemplar en esta presidencia, y no quiero que se nos vaya, espero que llegue a acompañar a más presidentes.
-Gracias jefe.
Esas palabras fueron del TROFEO, el nefasto Díaz Ordaz, y resultarían proféticas, me quedaría en el gobierno hasta Fox... En fin, siguiendo con la historia, ya después de los Mustangs, que todavía los tengo, compré otros carros, porque era un gasto de gasolina increíble y aparte los Mustangs que fueron saliendo estaban horribles, aunque el de hoy en día es la excepción, pero si llego en uno de esos me vería bastante fuera de mi edad.
Felicidades al Mustang, que mañana cumple 45 años de estar ininterrumpidamente en el mercado, el mejor carro de la historia (jaja, claro, después del Vocho)...
El motorcito era de 7.0 L, V8 con más de 250 caballos de fuerza, hay papá. Cuando iba a Acapulco llegaba rapidísimo. Y obvio también llegaba rápido al trabajo... Un día el tontín Echeverría me vió llegar en él...
-Bonito auto de la Garza.
-Muchas gracias señor, si anda queriendo comprar un carrito del año, le recomiendo este.
-Uh Leopoldo, yo ya me ando haciendo viejo, mejor un Cadillac...
-Ay jefe, usted no quiere nada...
Y lo mejor vino en el 68, el Mustang Shelby... Aprovechando que me habían aumentado el sueldo y una de esas movidas chuecas que hice (hey, tenía que aprovechar a mis jefecitos priístas) me fue a comprarlo a Estados Unidos y no pagué un centavo de aduana ni de importación. El Shelby de aquel año tenía un motor COBRA JET V8 como de 7 y pico de litros y la impresionante cantidad (en aquel año) de 335 HP.
-Muchas gracias por el paro jefe.
-Por nada de la Garza, usted se lo merece, usted es un hombre ejemplar en esta presidencia, y no quiero que se nos vaya, espero que llegue a acompañar a más presidentes.
-Gracias jefe.
Esas palabras fueron del TROFEO, el nefasto Díaz Ordaz, y resultarían proféticas, me quedaría en el gobierno hasta Fox... En fin, siguiendo con la historia, ya después de los Mustangs, que todavía los tengo, compré otros carros, porque era un gasto de gasolina increíble y aparte los Mustangs que fueron saliendo estaban horribles, aunque el de hoy en día es la excepción, pero si llego en uno de esos me vería bastante fuera de mi edad.
Felicidades al Mustang, que mañana cumple 45 años de estar ininterrumpidamente en el mercado, el mejor carro de la historia (jaja, claro, después del Vocho)...
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