Café musical

7 sept 2010

Serie Bicentenario: La decadencia política y el siglo de oro en las artes (1600-1700)

Siguiendo con el anterior capítulo amigos, llegaría el nuevo virrey, Gaspar de Zúñiga y Acevedo... En su gobierno se dieron las famosas exploraciones en Baja California, comandadas por el capitán Sebastían Vizcaíno.  Aquí los españoles por fin se dieron cuenta de que Baja California no era una isla. También en su período se dio el famoso ataque pirata a Campeche. El virrey utilizó todos los medios a su alcance para acabar con la situación. En 1604, Zúñiga dejó la administración y en un abrir y cerrar de ojos las instituciones virreinales cayeron a un nivel bajísimo, del cual la nación mexicana, ni el resto de América Latina se ha podido recuperar. Estamos hablando de la corrupción enorme que surgió. El virrey ya era designado por ser compa de copas del rey de España, cuando en la instauración del régimen se escogían por su gran capacidad. La Audiencia cayó en el amiguismo y sus procedimientos se hicieron una tortura para los demandantes. En el caso de las gubernaturas, alcaldías y correcciones (corregidores), el que llegaba al puesto era por ser compa del virrey o por tener un chingo de lana. Aún con todo ese cochinero, llegó uno que otro virrey capaz y honesto que inmediatamente limpiaba el relajo, pero cuando se iba, parecía salir como en generación espontánea. Durante todo el siglo, se dieron insurrecciones de los indios, que ya estaban hasta la madre de ser explotados. La que más resalta fue el motín de 1692 (durante el virreinato de Gaspar de la Cerda Silva Sandoval y Mendoza), causada por la sequía y el hambre. Obviamente, los peninsulares no iban a ser piadosos y regalar todo su grano a sus trabajadores. En respuesta los indios quemaron Palacio Virreinal y el edificio del Ayuntamiento. Además, la Iglesia empezó a hacer de las suyas, con sus jugadas de última hora y aces bajo la manga. Aún así, se rescata que en casi todo el siglo se crearon grandes obras de infraestructura como acueductos y tuberías para abastecer de agua a la capital del virreinato, drenajes en caso de inundaciones y por supuesto, las primeras carreteras y el servicio de correos se hizo más eficiente en 1664, después de años de incompetencia. 

En cuanto al crecimiento territorial del virreinato, este fue mínimo. Después de Nuevo México se avanzó un poco a lo que hoy es Arizona, el sur de Colorado y Texas. Texas fue muy difícil, además de que desde este tiempo, se cabó la tumba de la futura República Mexicana. Eran terrenos de climas muy diferentes a los del centro del virreinato, para llevar productos, los trayectos eran larguísimos, además de que los indios chichimecas eran bastante hostiles. Es por eso que esos territorios siempre estuvieron escasamente poblados. En cuestiones económicas, la minería era la actividad más importante y la que más dinero dejaba, además de la que más se expandía, más de 20 minas se abrieron en un período de 32 años. Si bien, la plata decayó un poco en valor durante este siglo, la minería seguía creciendo en el virreinato.

En este período, se definieron finalmente las castas, además de que la población creció a un ritmo acelerado. Ay los españolitos en que gastaron su tiempo, en inventar nombres despectivos para la gente... Aquí, toda la lista:
  • De español e indígena: MESTIZO
  • De mestizo con española: CASTIZO
  • De castizo con española: ESPAÑOL (????)
  • De indio con negra: ZAMBO
  • De negro con zamba: ZAMBO PRIETO
  • De blanco con negra: MULATO
  • De mulata con blanco: MORISCO
  • De mulato con española: CUARTERÓN
  • De morisco con española: CHINO
  • De indio con mestizo: COYOTE
  • De blanco con coyote: HARNIZO
  • De coyote con india: CHAMIZO
  • De chino con india: SALTATRÁS
  • De saltatrás con mulata: LOBO
  • De lobo con china: GÍBARO
  • De albarzado con mulata: CAMBUJO
  • De cambujo con india: SAMBAIGO
  • De sambaigo con loba: CALPAMULATO
  • De calpamulato con cambuja: TENTENELAIRE
  • De tenteenelaire con mulata: NOTEENTIENDO
  • De mulato con gíbara: ALBARAZADO
  • De noteentiendo con india: AHITEESTÁS
  • De español y albina: TORNAATRÁS

Y otro grupo que si bien no era casta, pero también era considerado menos, era el Criollo, hijo de españoles nacido en la Nueva España. Los criollos fueron un grupo que hizo bastante por su tierra, se sentían orgullosos de ella y fueron fundamentales para la guerra de Independencia, pero eso se contará mucho más tarde. 

A continuación amigos, les platicaré de lo que fue el boom de las artes y las ciencias en la Nueva España. La cultura novohispana era una fusión enorme de elementos indígenas y europeos. En este siglo los criollos y mestizos, orgullosos de su tierra, se dieron a la tarea de quitarle a su pasado ese halo de barbarie y satanismo con lo que los españoles peninsulares lo impregnaron. Varios criollos sacaron dinero de sus bolsillos para rescatar las lenguas indígenas y los códigos de ética y moral aztecas, esto último para que los españoles supieran como pensaban y actuaban los antiguos habitantes de la en esa entonces Nueva España. En el terreno religioso, la Virgen de Guadalupe comenzó a ser el estandarte de los criollos por medio de la narración escrita de sus apariciones y milagros, los famosos Nican Mopohua (las apariciones) y el Nican Moctepana (los milagros), ambos escritos por Luis Lasso de la Vega.

Las ciencias que más realce tuvieron fueron la medicina, las matemáticas y la ingeniería (con eso de los problemas con el agua). En cuestiones médicas, fray Francisco Ximénez rescato del olvido la poderosa herbolaria azteca y la plasmó en un libro. También hubo grandes avances en cuanto al conocimiento anatómico. En el área matemática, se introdujeron los pensamientos de Copernico, Galileo y Kepler, que en aquel tiempo le dieron con todo a las ideas de Ptolomeo; también se introdujeron las ecuaciones algebraícas de tercer y cuarto grado y la aplicación de logaritmos para cualquier tipo de cálculo. En cuestión de ingeniería, las constantes obras de desagüe y abastecimiento de la capital fueron íconos de la ciencia de la época. 

La literatura del siglo XVII novohispano ha sido el punto más alto de la literatura mexicana, antes de que llegar el siglo XX. La maestría de escritura de esta época es impresionante. Sus dos máximos exponentes fueron Sor Juan Inés "La Chica" de la Cruz y Carlos de Sigüenza y Góngora. La vida de Sor Juana, con todo respeto, es digna de tragedia griega. Aprendió a leer a los tres años en la biblioteca de su padre. Por sus ancias de aprender (pero aprender bien) fue blanco de ofensas de todos, hasta de parte de sus propios familiares, debido a que era raro en aquel tiempo que una mujer se quisiera meter en rollos como la literatura y la ciencia. Para cursar una carrera en la Real y Pontificia Universidad de México, tuvo que hacerla de hombre hasta que lamentablemente la descubrieron. Durante ese período de juventud, perteneció a la corte del virrey, donde con su inteligencia y maestría literaria se ganó el corazón de todos, hasta del virrey en turno. Ahí comenzaron a llamarle la Séptima Musa. Poco después se encerró en un convento y fue ahí dónde su estilo maduró y creó las más grandes de sus obras, entre ellas Neptuno alegórico, Villancicos y ese famoso verso que siempre nos embarran las mujeres cuando según ellas les hacemos algo malo (viene en el billete de 200 pesos). 

En la misma época vendría el genio de la comedia, Juan Ruíz de Alarcón, nacido en Taxco, pero que pasó bastante tiempo en la España de sus padres. En sus obras reflejaba los abusos y estilo de vida de la Nueva España, y obviamente, dejaban un moraleja que hacía pensar al espectador. Sus obras fueron modelos inspiradores para los cómicos franceses, como Moliére. Otro de los grandes escritores fue Carlos de Sigüenza y Góngora, un verdadero todólogo, como Leonardo da Vinci. Hacía todo, como dijo Polo Polo, creo que había un chingo de Carlos de Sigüenza, uno era científicio, un político, otro historiador, etcétera. Al igual que Juan Ruíz de Alarcón, solo que en prosa, reflejaba la vida y vicios de la Nueva España, que se reflejan en obras como El Mercurio volante y Glorias de Querétaro. La arquitectura también tiene su siglo de oro, con el estilo barroco en el esplendor. De hecho, esto se nota más en todas las catedrales de la época, con su rebuscadísimo y exagerado estilo en sus retablos y altares, oro por doquier. De hecho también fue la época de oro del arte sacro. Muchas de esas catedrales aún mantienen esos preciosos retablos y figuras de madera representando a santos del siglo del cual hablamos. Se hace notar que en todas las artes y ciencias hay mano de la Iglesia, en aquel tiempo, era la dueña de la cultura todavía... 

Continuén leyendo amigos, con su cafecito. El próximo capítulo se titula "Vientos de cambio"

Pieza del post
Canzona Prima - Girolamo Frescobaldi

No hay comentarios: